EE UU no quiere nada 'made in China'

La etiqueta 'made in China' no será bienvenida en el Ejército norteamericano, que equipará a cerca de medio millón de soldados con nuevas gorras negras, según afirmó el martes el Pentágono. 'El jefe de personal del Ejército ha determinado que las tropas estadounidenses no usen gorras hechas en China o fabricadas con materiales procedentes de ese país, dijo ayer el secretario de Defensa Paul Wolfowitz. 'Por lo tanto encomiendo al Ejército y a la Agencia de Intendencia de Defensa que tome las medidas apropiadas para retirar las boinas que hayan sido previamente distribuidas y disponga de las existencias almacenadas', señaló en un comunicado. El número de boinas almacenadas asciende a 600.000 y el cambio costará cuatro millones de dólares (unos 750 millones de pesetas), según la BBC.

Fue la última vuelta de tuerca en una saga de controvertidos movimientos que se ha llegado a conocer como 'guerra de las boinas negras'. El Pentágono no dio explicación sobre la decisión del martes, pero el anuncio llega en un momento de tensión entre China y EE UU sobre la colisión de un avión espía norteamericano con un caza del país asiático en el mar de China el pasado 1 de abril.

Y llega en medio de la polémica desatada por la decisión del Departamento de Defensa de permitir que contratos para fabricar las gorras por valor de 27 millones de dólares (5.000 millones de pesetas) vayan a compañías chinas en vez de a empresas estadounidenses, lo que ha sido criticado por el Congreso. La guerra de las boinas negras comenzó en octubre, cuando el jefe de personal del Ejército, el general Eric Shinseki, ordenó que todas las tropas empezaran a usar boinas negras para levantar la moral.

Los rangers, cuerpo de élite del Ejército, quedaron pasmados al perder el uso exclusivo de su emblema distintivo. Después de una amarga lucha de cinco meses, el Ejército anunció en marzo que sus 3.000 rangers llevarán un modelo tostado, y que los otros 474.000 soldados lucirán las negras.