Vertidos urbanos e industriales persisten en 170 puntos del río

La eficaz y costosa restauración de la cuenca del Guadiamar para neutralizar los efectos del vertido tóxico corre el riesgo de empañarse por la persistencia de 170 focos contaminantes a lo largo de 80 kilómetros del cauce, que nada tienen que ver con el accidente de Aznalcóllar. El saneamiento de la cuenca y la erradicación de vertidos urbanos e industriales constituye una de las tareas pendientes para los responsables del corredor verde del Guadiamar.

A pesar de la rehabilitación medioambiental, las aguas del Guadiamar siguen sucias, aunque los motivos ya no tienen nada que ver con el accidente de Boliden. Según el inventario elaborado por el profesor de Zoología de la Universidad de Córdoba, Carlos Fernández Delgado, persisten 170 puntos donde se realizan vertidos o actuaciones dañinas para el río a lo largo de 80 kilómetros. La mayoría son vertidos urbanos o de industrias olivareras.

El coordinador de los equipos científicos del corredor verde, Carlos Montes, citó el 'saneamiento integral' del Guadiamar como una de las tareas pendientes para lograr culminar con éxito la rehabilitación de la cuenca que se pretende con el proyecto del corredor verde. El coordinador de los equipos científicos del corredor verde, Carlos Montes, citó el 'saneamiento integral' del Guadiamar como una de las tareas pendientes para lograr culminar con éxito la rehabilitación de la cuenca que se pretende con el proyecto del corredor verde.

La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, destacó cómo se remontó una crisis 'sobre la que no había precedente ni modelo a seguir', aunque también reconoció que subsisten problemas como los vertidos 'esporádicos' al Guadiamar.