Un informe revela la alta contaminación que generan dos empresas de hormigón de Manoteras

El citado informe, efectuado por el Departamento de Calidad Ambiental del Ayuntamiento de Madrid, precisa: 'Los dos controladores de partículas sedimentables' instalados en el barrio 'indican' que, en los últimos años, al menos 'en 25 ocasiones se han sobrepasado en la zona los límites máximos de contaminación atmosférica admisibles'. Es decir, la concentración en el aire de 'partículas sedimentables ha sido superior a los 300 miligramos por metro cuadrado y día'. Las dos empresas que supuestamente generan esta contaminación son Hormicemex, S.A, y Steeley Iberia, separadas ambas por la avenida de Manoteras, a la altura del número 48.

'Durante el curso escolar', se quejan los vecinos en la denuncia elevada al fiscal, 'hay un intensísimo tráfico, con el consiguiente peligro para los alumnos del colegio que está situado justo enfrente de las plantas cementeras, sin contar la constante contaminación acústica y atmosférica que sufren las personas'.

'Zona industrial limpia'

Según los residentes, las plantas están situadas a unos 20 metros de un centro de salud, a 45 de un colegio y a similar distancia de las viviendas. Y además, se añade en la denuncia, 'infringen la legislación' medioambiental al estar ubicadas en un polígono calificado 'como zona industrial limpia', pese a tratarse de industrias cementeras cuya actividad debe catalogarse como 'molesta e insalubre'. 'La situación de este barrio', añaden los vecinos, 'es intolerable', ya que en la zona se efectúan ahora, además, las obras del futuro barrio de Sanchinarro. 'Son un foco de contaminación ambiental en todos sus factores: acústica, atmosférica y de degradación del medio ambiente', apostillan. Por todo ello, la denuncia incluye una súplica: 'Queremos que se nos escuche a las 2.000 familias que aquí vivimos'.

La Fiscalía de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que dirige Emilio Valerio, dio instrucciones al Seprona (el Servicio de Protección de la Naturaleza dependiente de la Guardia Civil), tras recibir la denuncia en enero, para que investigase la contaminación de la zona. Los agentes visitaron ambas plantas ese mes, acompañados por directivos de las mismas, y, entre otras cosas, descubrieron que, en efecto, ambas factorías están muy próximas a un colegio y a un centro de salud. También observaron que no son cementeras, sino que se dedican a la fabricación de hormigón.

Transporte de hormigón

A ellas acuden a diario decenas de camiones para cargar hormigón y transportarlo a obras que se ejecutan en Madrid. Aparte de analizar el citado informe del Ayuntamiento sobre contaminación atmosférica, los guardias civiles hablaron con responsables del centro de salud de la zona para conocer el impacto en la salud de los vecinos de las partículas que generan ambas empresas. Éstos aseguraron que, para conocer la incidencia del polvo en la respiración, era preciso efectuar un protocolo de actuación. Por ello, los agentes remitieron al Instituto Carlos III, dependiente del Insalud, el resultado de las mediciones hechas por el Ayuntamiento a través de los dos captadores de emisiones contaminantes que hay en el barrio.

El citado instituto ha redactado un informe en el que apunta que los captadores sólo reflejan 'las partículas sedimentables' halladas en el aire, y que ello 'no es un buen indicador del riesgo para la salud al estar constituido por partículas de tamaño grande que se sedimentan por acción de la gravedad, lo que hace poco probable su inhalación'. Según el Carlos III, para conocer el impacto de tales partículas en la salud es preciso analizar 'las partículas torácicas que atraviesan la laringe en el tracto respiratorio y las partículas respirables que llegan a los alveolos pulmonares' de los afectados.