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Los especialistas atribuyen la vigencia de Shakespeare a su gran riqueza interpretativa

500 investigadores de 32 países participan en el VII Congreso Internacional sobre el autor

Ferran Bono

'¿Que por qué? Porque es el más grande autor dramático de la historia. No pertenece a un tiempo concreto'. El catedrático italiano Giorgio Melchiori no se anda con chiquitas a la hora de explicar por qué Shakespeare sigue siendo tan popular y representado cuatro siglos después de su vida. Reconoce el hecho de que el autor de Romeo y Julieta ejerció durante un tiempo como sirviente de una familia católica, pero descarta que ese 'trabajo temporal' influyera sobre su formación y su obra, dentro del contexto anglosajón en que se desarrolló su vida.

De la misma opinión es Stanley Wells, director general de la Asociación Internacional Shakespeare, que eligió en 1996 la candidatura de Valencia para suceder a Los Ángeles como sede del congreso. El encuentro, promovido por el profesor valenciano Manuel Ángel Conejero, se celebra por primera vez en un país no anglosajón. Wells considera que no se desprende ningún 'significado católico-romano' a partir de la experiencia juvenil del autor.

No alberga ninguna duda tampoco de la decisiva contribución del cine en la difusión mundial de la obra del dramaturgo. 'Él era un hombre también del entretenimiento, pero al mismo tiempo era muy serio y culto. Sabía muy bien transmitir sus ideas, captar la imaginación del público', agrega. Esbozando una sonrisa, aventura que Shakespeare hubiera sido un realizador cinematográfico más próximo a Orson Welles que a Steven Spielberg, por ejemplo. Ahora bien, ninguna película puede sustituir a la lectura directa de los textos, aclara el responsable de la asociación, presidida hasta su fallecimiento por el gran actor John Gielgud.

Hijas analfabetas

Prácticamente se ha desechado descubrir nueva documentación del propio autor. Hay, eso sí, nuevas teorías e interpretaciones en virtud de lo que parece una fuente inagotable. Stanley Wells cita Ungentle Shakespeare, de Katherine Duncan-Jones, como la biografía más reciente y provocadora, por cuanto 'presenta una imagen menos favorable de lo habitual' de la personalidad del autor.

Un juicio que confirmó la autora, poco antes de presentar el libro. Primero explicó que se trata de una de las 'dos o tres' biografías sobre el autor elaboradas por una mujer. 'Y, desde luego, la primera del siglo XXI', apostilló con humor. Aseguró en su libro, para el que ha analizado textos apenas conocidos de contemporáneos de Shakespeare, que el escritor de El rey Lear 'tenía un carácter complicado. Era poco generoso, caritativo y amable, sobre todo con su mujer y con sus dos hijas', que vivían en su localidad natal de Stratford-upon-Avon, mientras el autor lo hacía en Londres. Una hija era analfabeta y la otra escribía su nombre con dificultad. 'Estaba mucho más interesado en la gente muy educada, en la gente culta, que en los pobres'.

Duncan-Jones indaga en lo que considera los tres grandes tabúes sobre la vida, apenas documentada, de Shakespeare: la clase social, el sexo y el dinero. Revela su lucha para adquirir una situación noble; su fuerte interés por mantener relaciones sexuales con chicos de alta alcurnia, mientras sus relaciones con las mujeres 'eran más funcionales que sentimentales', y su escaso altruismo, a pesar de la riqueza atesorada. Así pues, la biografía de Duncan-Jones -'que no es feminista, sino la visión de una mujer', matiza- presenta 'no sólo al brillante escritor, también al falible y en ocasiones desagradable ser humano', según reza la publicidad de la misma. 'Era un gran escritor y debemos pensar que también era una gran persona', concluyó la profesora inglesa con ironía.

Calderón

'Me satisface ver a todos los más grandes especialistas sobre Shakespeare, pero ¿por qué no podría haber una asociación o un movimiento internacional similar sobre Calderón o Ausiàs March?', comentó el profesor Conejero el pasado miércoles, el día de la inauguración del congreso, que, financiado con 80 millones de pesetas por la Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia, concluirá el próximo lunes.

Conejero proclamó a Valencia como la 'capital shakespeariana del mundo' y abundó en la gran actualidad del autor inglés. Se explayó fundamentalmente en la visión andrógina de los personajes del escritor. 'Los parámetros expresados en las obras de Shakespeare se reflejan en las conductas actuales de Occidente, puesto que en el siglo XXI la mujer tiende a comportarse como un ser humano', argumentó. 'No hay machos ni hembras sometidas, según el ideal burgués', indicó. Shakespeare difuminaba las diferencias de sexos, al igual que lo hace la publicidad de hoy, añadió el promotor del congreso.

Asistentes al VII Congreso Internacional de Shakespeare, durante su inauguración en Valencia.
Asistentes al VII Congreso Internacional de Shakespeare, durante su inauguración en Valencia.JOSÉ JORDÁN

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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