'Sabía que moriría antes de que el alcalde de Pego cediera'
Durante cinco días, Fernando Piera, responsable del mantenimiento del cementerio de Pego desde hace 24 años, mantuvo una lucha que sabía perdida. Inició una huelga de hambre cuando el alcalde del municipio, el independiente Carlos Pascual, decidió sancionarle sin empleo ni sueldo por participar en una concentración contra el munícipe. Estaba dispuesto a aguantar 'hasta que el cuerpo lo permitiera'. No sólo era una cuestión de 'dignidad'. Piera, casado y padre de un hijo de 19 años, quería despertar una 'movilización social' contra la actuación de Pascual hacia los trabajadores municipales. Su protesta acabó el quinto día, cuando una ambulancia le trasladó a un hospital de Dénia con síntomas de deshidratación y problemas respiratorios. Recuperado tras unos días de descanso, el funcionario muestra su satisfacción por las primeras reacciones a su huelga. CC OO ha denunciado al alcalde ante la Fiscalía de Alicante por seis posibles delitos contra empleados municipales. Piera confía ahora en la justicia. Mientras, continúa recogiendo firmas de apoyo a su causa, a la que ya se han sumado 4.000 personas.
P. ¿Por qué le suspendió el alcalde de empleo y sueldo?
R. El 28 de febrero hubo una concentración frente al Ayuntamiento: una protesta pacífica por unos expedientes abiertos contra dos policías locales. La policía está discriminada, sólo hay que ver las nóminas, y yo también, por lo que me solidaricé con ellos. Era uno de mis dos días libres. Parece ser que en una vivienda contigua al consistorio había una cámara de vídeo grabando la protesta. El 2 de marzo nos llegó a mí y a toda la plantilla de policía un papel donde se nos informaba que habíamos sido expedientados y que el alcalde nos llamaba a declarar. Yo declaré ante la instructora del Ayuntamiento y el secretario accidental. Me preguntaron si había asistido a la concentración, y si en algún momento había insultado o amenazado al alcalde. Dije que sí, que había ido a la protesta, pero que en ningún momento insulté ni amenacé a nadie. 40 minutos después vino el alguacil a comunicarme que el alcalde me había suspendido de empleo y sueldo.
P. ¿Con qué argumentos?
R. Por falta grave o muy grave. Se basa en el expediente disciplinario que elevó después de la entrevista, porque yo reconocí que había participado en la concentración.
P. ¿Era la primera vez que tenía un conflicto con el alcalde?
R. No. Ya le había presentado tres contenciosos administrativos. El primero en 1999. Con la excusa de que quería mejorar el servicio del cementerio, el alcalde montó un horario que era inaguantable. En el cementerio trabajamos dos personas a tiempo partido. En los meses de julio y agosto, sólo se queda uno que tiene que hacer el horario desde las 10 hasta las ocho de la tarde, con una hora para comer. Antes de presentar el contencioso fui a hablar con él para intentar llegar a un acuerdo. Me contestó que yo había llevado al Ayuntamiento de Pego a los tribunales, y en el siguiente pleno me bajó el complemento específico en 12.000 pesetas. Así que le presenté otro contencioso. La sentencia le obligó a devolverme los complementos con intereses. Pasó el tiempo, y entonces nos obligó a aumentar las tareas en el cementerio, cortando el césped, recogiendo leña... Lo normal hubiera sido revisar también el sueldo. Como no lo hizo, presenté otro recurso. La juez estimó a mi favor. Pero las denuncias en los juzgados son lentas, y mientras llegan, si el alcalde te manda algo, tienes que hacerlo. Su argumento es que si vas contra él, vas contra el Ayuntamiento. Automáticamente se desliga. Él es la víctima y nosotros los malos.
P. ¿Por qué optó por la huelga de hambre cuando le expedientó?
R. Decidí iniciar una huelga para concienciar a la gente, y sensibilizar a los sindicatos y partidos políticos sobre nuestra situación laboral en el Ayuntamiento.
P. ¿A pesar de que podría suponerle más represalias?
R. No me puede pasar más de lo que ya me ha pasado. Tampoco moralmente. Sabía que si decidía seguir adelante con la huelga moriría de hambre antes de que el alcalde cediera. Lo comenté con mi familia, que me mostró su apoyo aunque estaban asustados. En el fondo sabía que no iba a claudicar. Pero conseguí que la gente se sensibilizase y que sus actuaciones se conozcan desde Muro a Castellón, Valencia u Orihuela, que CC OO se persone en el caso, y que UGT también tenga previsto sumarse a la denuncia, como me han anunciado.
P. ¿Qué espera de la justicia?
R. Si la justicia hace lo que debe hacer, atajará el problema que existe en el Ayuntamiento de Pego, resolverá éste y evitará que haya otros. Espero que el fiscal no desestime la querella.
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