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El Ararteko exige a Educación que controle a los centros privados para evitar cobros irregulares

Facturan incluso a los alumnos que no participan en las actividades programadas

La institución del Ararteko ha denunciado ante el Departamento de Educación la existencia de varios casos de colegios privados concertados que cobran cuotas indebidas a los padres por las actividades extraescolares que organizan para los alumnos. Ante esa situación ha exigido al Gobierno que ejerza un mayor control de las obligaciones de este tipo de centros, que son financiados con dinero público.

Las quejas presentadas por los padres ante el Defensor del Pueblo Vasco se centran en que los colegios, directamente o a través de su asociación de padres de alumnos (APA), les cobran cuotas por actividades extraescolares, como clases de inglés, música o deportivas, aunque sus hijos no las reciban. Una irregularidad que el Ejecutivo deberá reconducir en las próximas semanas ya que la financiación pública de la educación para este tipo de centros lleva aparajado el compromiso de no cobrar a los alumnos ni una peseta.

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El Ararteko denuncia que centros concertados cobran cuotas indebidas

Mediante los conciertos educativos aquellos centros privados que lo deseen pueden impartir la educación obligatoria (de 6 a 16 años) de manera gratuita. El Departamento de Educación aporta fondos públicos para cubrir los salarios de los profesores (incluidas las cotizaciones a la seguridad social), los gastos del personal de administración y servicios, así como los de mantenimiento del centro.

De manera recíproca, los colegios privados concertados asumen la obligación de impartir gratuitamente la enseñanza.

De esta forma, las actividades escolares complementarias (como visitas a museos o excursiones), las actividades extraescolares y los servicios escolares complementarios (comedor y transporte) deben ser en todo caso voluntarias y no pueden tener carácter lucrativo. Es decir, sólo deben pagar los padres que quieran que sus hijos realicen la actividad y no todos, incluidos los de los niños que no las realizan, tal y como establece la Ley Orgánica que regula el Derecho a la Educación (LODE).

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Una de las irregularidades recogidas por la institución del Ararteko se refiere a los casos de colegios que piden directamente una cuota complementaria de funcionamiento, con lo que la financiación de ese centro pasa por la aportación del Gobierno a través del Concierto más las cuotas que cobran a los padres. 'Esto atenta de manera directa contra el principio de gratuidad', asegura el secretario general del Ararteko, Faustino López de Foronda.

Una de las quejas recogidas en este sentido es la de un padre cuyo hijo acude a un centro religioso en San Sebastián y le piden una cuota de funcionamiento. Ante la denuncia del padre y del Ararteko, el Departamento de Educación decidió intervenir y prohibió al centro solicitar ese dinero.

El pasado mes de marzo el Gobierno catalán abrió un expediente informativo a siete colegios de élite a los que la Generalitat había concedido el concierto educativo para el próximo curso al comprobar que cobraban mensualidades de hasta 100.000 pesetas. Se trata de un caso extremo.

Sutilezas

Sin embargo, la cuestión suele ser más sutil. Por lo general, no cobra la cuota el propio centro, sino que lo hace la APA. Lo normal es que todas las actividades no docentes las organicen estas asociaciones, desde el comedor hasta la competición de baloncesto. En la APA se participa con carácter libre. Mientras el padre pague de manera voluntaria no hay problema. Pero algunas quejas demuestran que los padres se ven coartados en su libertad de elección.

El informe del Ararteko recoge el clamor de un progenitor al que la APA de un colegio privado concertado de San Sebastián le cobra los gastos de transporte cuando su hijo, que tiene tres años no viaja en autobús. Además, un acuerdo del colegio impide a los niños de esa edad ir en autobús al entender que no es conveniente. 'Le cobran el autobús sin usarlo, pero el padre no se atreve a denunciarlo por escrito ante el temor a represalias del centro', recuerda López de Foronda.

Otra queja es la de un padre al que la APA de su colegio le reclama una cuota por las actividades extraescolares que organiza. El padre se niega a pagar, pero la APA insiste en pedirle el dinero y le entra miedo a que eso repercuta después en la calificación final del curso de su hijo. 'Hemos denunciado el tema a Educación y el servicio de inspección ha dicho que no se han producido represalias académicas, pero están investigando si este tipo de cobros complementarios responden a la legalidad', explica el secretario general del Defensor del Pueblo Vasco.

En el fondo, lo que domina es una sensación social asumida pacíficamente de que sin un padre opta por llevar a su hijo a un centro público todo va resultar gratuito, mientras que si lo matricula en uno privado concertado van a cobrarle algo. 'La mayoría de la gente paga sin plantearse si tienen o no que cobrarle. Hay cierta sensación de legitimidad de los cobros por parte de los centros', indica López de Foronda.

El Departamento de Educación asegura que va a sacar una normativa que especifica con claridad la gratuidad de los sistemas de conciertos y potenciará la información a los padres para que sepan que aunque envíen a sus hijos a un colegio privado no tienen porqué pagar. 'Lo que hace falta es un compromiso efectivo de Educación. Que se comprometa más allá de una normativa y que demuestre una voluntad real de hacer que la ley se cumpla. Es necesario acabar con la sensación de legitimidad que tienen los padres hacia el cobro en los centros privados', zanja el secretario general del Ararteko.

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