Caja Vital prevé invertir 12.000 millones en su cartera industrial en tres años

La asamblea de Caja Vital, la primera entidad financiera de Álava, aprobó ayer un plan estratégico que rompe completamente con la tendencia conservadora de los últimos años. La cartera de inversiones de la Vital nunca había desempeñado un papel esencial en su actividad, al contrario que en las otras dos cajas vascas, que cuentan con participaciones en algunas de las principales empresas españolas, como Iberdrola, BBVA, o Repsol. El giro de la Vital le va a llevar a invertir 12.000 millones de pesetas en tres años, el doble del valor contable al día de hoy de sus participadas industriales, entre las que destacan Iberpistas, Euskaltel y CAF; el resto son sociedades propias de su actividad como entidad financiera, como Norbolsa, la sociedad de valores de las cajas vascas. Pascual Jover, presidente de la entidad alavesa, señaló ayer que si las oportunidades de negocio son buenas esa cantidad podría incluso aumentar.

El plan estratégico 2001-2004 tiene como objetivo último administrar un billón de pesetas de recursos ajenos. En 2000 la caja manejó 649.971 millones de pesetas, un 7,28% más que el ejercicio anterior. El coste extraordinario inicial del plan es de 2.400 millones de pesetas. En este proceso de crecimiento va a jugar un papel esencial la expansión fuera de Álava. Actualmente, sólo tiene fuera cuatro oficinas: una en Madrid, una en Miranda de Ebro (Burgos), una en Logroño y otra en Burgos capital.

Las previsiones de la caja pasan por contar en 2004 fuera de Álava con seis oficinas en Madrid, tres en Zaragoza, dos en Valladolid, dos en Burgos y una en León, Santander, Logroño Miranda y Salamanca. El objetivo de la caja es alcanzar una inversión crediticia de 100.000 millones de pesetas en las nuevas instalaciones.

Junto a la expansión en sucursales se quiere potenciar que los clientes propios usen Internet para sus operaciones. El objetivo es lograr una cuota de mercado en este medio similar a la que se tiene en la banca tradicional en Álava. Las estimaciones indican que dentro de tres años 30.000 clientes utilizarán el servicio Vitalnet.

Cambio de cajeros

Con esta filosofía de introducir a los clientes en los nuevos canales, la Caja Vital está inmersa en un proceso de cambio de sus cajeros tradicionales por otros multifunción, que puedan servir para vender entradas para espectáculos y para realizar operaciones financieras más complejas; que no sean sólo una máquina para sacar dinero. Según Joseba Barrena, director general de la entidad, en el plazo de dos años se sustituirán 100 de los 174 cajeros existentes actualmente. 'Se trata de tener la caja abierta 24 horas, siete días a la semana', indicó Barrena. El coste de cada nuevo aparato es de cuatro millones de pesetas.

Entre los objetivos del plan estratégico está aumentar de forma cualitativa la cuenta de resultados. En 2000 el beneficio antes de impuestos fue de 7.875 millones de pesetas. Las previsiones para este año son alcanzar los 8.712 millones y para 2004 llegar a 11.241 millones de pesetas. Este reto llevará a aumentar las dotaciones de la obra social de forma considerable. De hecho, la Caja Vital contaba con una obra social el pasado ejercicio de 1.620 millones de pesetas y espera alcanzar en 2004 los 2.371 millones, potenciando especialmente las áreas de educación y asistencial.

Los responsables de la Caja Vital destacaron el tono moderado que marca sus actuaciones. Así, el nivel de cobertura de los fondos de insolvencia sobre los activos dudosos fue al cierre de 2000 del 280,20%, 62,37 puntos superior al del pasado ejercicio; la media de las cajas de ahorros es de un 180%. La tasa de morosidad continúa su evolución a la baja y se situó el pasado ejercicio en un 0,98%, 0,29 puntos menos que en 1999.

Dentro del plan estratégico, Caja Vital quiere que se produzca un cambio de dirección en las inversiones financieras. Así, espera que su cartera el próximo año esté en un 50% colocada en renta variable en mercados extranjeros.