Una denuncia anónima motivó la investigación del aeropuerto de Bilbao

Una denuncia anónima a la dirección de AENA motivó el inicio de la investigación interna en el aeropuerto de Bilbao que ha supuesto la destitución del anterior director Segismundo López-Santacruz y de otros seis directivos y trabajadores por graves anomalías en la contratación de obras, tesorería y adjudicación de comercios con motivo de la ampliación del aeródromo.

La información a los responsables del ente estatal que gestiona los aeropuertos fue enviada a finales del pasado año y en ella se exponían algunos datos de las irregularidades en la gestión del equipo directivo, según han señalado fuentes relacionadas con al investigación.

La auditoría que AENA tenía prevista realizar sobre el aeropuerto bilbaíno ahondó en los aspectos denunciados por el anónimo informante y, al detectar irregularidades administrativas contables, los datos se trasladaron a la Fiscalía General del Estado. Esta manera de actuar es la habitual cuando se ven indicios de delito en un organismo dependiente de la Administración pública.

Como ya informó este diario, el informe preliminar de la auditoría -que aún está abierta- considera que existen gastos inflados en actos relacionados con la apertura de la nueva terminal diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava y la adquisición de mobiliarios y enseres para las instalaciones, según las fuentes consultadas, que cifran las irregularidades descubiertas en 'varios cientos de millones de pesetas'.

Las investigaciones sobre lo ocurrido en los últimos cuatro años en el aeropuerto bilbaíno, el periodo en el que ha estado al frente Segismundo López-Santacruz, no han afectado por el momento a más trabajadores. Además del anterior director, se encuentran destituidos de sus cargos, aunque en estos casos de manera provisional mientras el expediente disciplinario abierto se resuelva, los directores de tres de las cuatro área de gestión del aeródromo vizcaíno: los departamentos de Dirección y Gabinete, Ingeniería y Mantenimiento y el área Económico-Administrativa. Según han señalado los sindicatos, sólo se ha salvado el responsable del departamento de Informática. Los otros tres expedientados son trabajadores que tienen puestos de menor responsabilidad.

Estos seis directivos y trabajadores se han visto relevados de cualquiera de las funciones que tenían y oficialmente su única ocupación es acudir al aeropuerto sin desempeñar ninguna labor. Fuentes consultadas han señalado que lo más probable es que la mayoría haya optado, desde que fueron expedientados hace casi dos semanas, por 'cogerse unas vacaciones'. Un portavoz oficial de AENA no pudo confirmar la situación exacta en la que se encuentran los seis afectados. 'Esto depende del área de Relaciones Humanas', dijo.

El anterior director se encuentra de baja por enfermedad desde que fuera destituido en enero, una decisión tomada personalmente por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos.

El informe de la auditoría trasladado a la Fiscalía General del Estado desde Fomento no será investigado, sin embargo, por este órgano. Al tratarse de indicios delictivos situados en el País Vasco, en el reparto de los expedientes para su análisis se ha decidido trasladarlo a Bilbao, con el fin de que lo examine la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia, cuya responsable es María Ángeles Montes.

Contratación

Al destaparse el caso, AENA aseguró que la auditoría había comprobado las anomalías 'en materia de contratación, tesorería y comercial', con lo que se incluyen las adjudicaciones de los comercios de la nueva terminal. El informe que indaga la gestión anterior en Bilbao, iniciado en enero, comprueba que las presuntas irregularidades en el uso de fondos públicos se centran mayoritariamente en las obras de renovación de la antigua terminal, que se acometieron de manera provisional hasta disponer el pasado año del edificio de Calatrava.

Estos trabajos se ejecutaron en 1997 -el año en el que López-Santacruz accedió a la dirección- y tuvieron un coste global de 900 millones de pesetas, según ha revelado el sindicato CC OO. Otra parte de las irregularidades se refiere a aspectos relacionados con la nueva terminal, aunque en este caso el grueso de la contratación se ha llevado desde la dirección de AENA en Madrid, ya que la reglamentación interna obliga a centralizar cualquier actuación superior a los 50 millones. 'Esto limita la posible malversación de fondos públicos, pero, como sabe cualquiera que trabaja en la Administración, puedes dividir una contrata de 140 millones en tres partes y evitar la norma', aseguran los medios consultados.

AENA ha querido desde el principio centralizar desde Madrid la investigación para propiciar que la nueva directora, Begoña Llarena, aborde una nueva etapa.