Uno de los altos cargos destituidos en el aeropuerto de Bilbao deja la compañía

Uno de los seis directivos destituidos de forma provisional por las graves anomalías descubiertas por AENA en el aeropuerto de Bilbao ha abandonado la empresa por voluntad propia. El director de Ingeniería y Mantenimiento presentó la pasada semana su baja definitiva, que fue aceptada por AENA, según confirmó a este periódico un portavoz del ente estatal que gestiona los aeropuertos. El comité de empresa del aeródromo bilbaino se reúne mañana con la directora del mismo, Begoña Llarena, en su primer encuentro tras difundirse la existencia de una auditoría interna que ya costó la destitución del anterior director, Segismundo López-Santacruz.

La situación en el aeropuerto de Bilbao sigue convulsionada desde que este diario desvelase la existencia de una auditoría interna en el aeropuerto bilbaíno que constataba irregularidades en la gestión del anterior equipo directivo, tanto en la contratación de servicios y adjudicación de obras como en la concesión de los comercios en la nueva terminal.

La pasada semana, el instructor de la investigación tomó declaración a los seis directivos destituidos provisionalmente a fines de marzo: los jefes de tres de las cuatro áreas de gestión (Dirección y Gabinete, Ingeniería y Mantenimiento y el área Económica-administrativa), el asesor jurídico y dos ingenieros adscritos a los departamentos implicados.

En la reunión, AENA presentó un documento a los implicados para que reconozcan por escrito que cometieron irregularidades en contrataciones de obras y adjudicaciones de servicio, pero sin mala fe y por la premura para disponer de las nuevas instalaciones. Sin embargo, el instructor no les explicó las razones concretas de su destitución, según medios próximos a los afectados, que es lo que están reivindicando desde hace un mes.

Esta situación de hartazgo ha llevado al hasta ahora director de Ingeniería y Mantenimiento a presentar su baja definitiva de la empresa, que le fue aceptada el pasado viernes. 'Parece que ya tiene otro trabajo', explicó un portavoz oficial de AENA. El directivo ha sido el que más crítico se ha manifestado con los responsables del aeropuerto y ya había anunciado en privado días atrás su disposición a despedirse.

El instructor de la auditoría interna también ha citado a López-Santacruz, destituido definitivamente en enero al conocerse los primeros datos de la investigación. Pero, como hizo con los responsables de Recursos Humanos, López-Santacruz se ha negado a comparecer ante los responsables de AENA, pues no se concretan los motivos para citarle a declarar.

El ex director, de baja por enfermedad desde enero, se ha mostrado muy molesto porque la investigación sobre su gestión se haya trasladado a la Fiscalía vasca al existir indicios de delito.

Cuestiones prioritarias

Mientras, su sustituta, Begoña Llarena, ha convocado para mañana al comité de empresa a una reunión en el que se abordará la situación creada con la auditoría y otras cuestiones laborales y sociales. Éste será el segundo encuentro con el comité: el primero se produjo al poco de su toma de posesión en marzo, antes de conocerse la investigación.

Fuentes sindicales aseguraron que pretenden plantear los asuntos más prioritarios del aeropuerto, como la situación de la plantilla, las nuevas contrataciones o las obras de ampliación pendientes. El comité de nueve delegados (tres de CC OO, tres de LAB, dos de UGT y uno de ELA) ahondará en la falta de información sobre la auditoría.

A principios de abril, el comité ya reclamó a Llarena datos concretos de la investigación sin que tenga respuesta hasta ahora. El malestar entre los sindicalistas se estaba acrecentando por esta falta de respuesta y ya se habían planteado medidas de fuerza.

Los sindicatos, que mantenían una buena relación con el anterior director, se quejan de que la investigación en el aeropuerto se centre en la gestión realizada desde Bilbao y no en lo que denominan 'centralizada' en Madrid, es decir las contratas superiores a 50 millones realizadas para la ampliación de las instalaciones aeroportuarias. Sólo la construcción de la nueva terminal requirió una inversión cercana a los 10.400 millones.