Xavier Trias acusa al Ayuntamiento de Barcelona de ser el culpable de los problemas de la Fira

Los desmañados ataques que CiU lanza sobre el Fòrum 2004 forman parte del escenario cotidiano. Ayer le tocó el turno al portavoz nacionalista en el Congreso, Xavier Trias, quien culpa a los socialistas de 'haber abandonado a la Fira de Barcelona en beneficio del Fòrum'. A juicio de Trias, el Ayuntamiento de Barcelona sólo piensa en el proyecto del 2004, una 'operación cuya ubicación en el Besòs se explica únicamente por criterios urbanísticos, mientras que lo lógico es que los nuevos pabellones se hubiesen construido vinculados a la Fira'.

CiU considera que el Ayuntamiento debería apoyar la Fira sin distraer su atención en otros frentes. De este modo, los nacionalistas se alinean con los grupos de presión -Gremio de Hoteleros, Turismo de Barcelona y otras instituciones empresariales-, cuyo fin es ahora obstaculizar la concesión del palacio de convenciones del Fòrum a una de las firmas que se han presentado a concurso y conseguir finalmente la gestión de la sede congresual. Trias entreveró sus palabras de insinuaciones dirigidas a relacionar sus ataques contra los socialistas con la opinión del Consejo de Administración de la Fira, que preside Jaume Tomás. Los empresarios implicados en la Fira y la Cámara de Comercio de Barcelona están convencidos de que el Fòrum debe quedarse en manos de la 'gente de casa'. Dos hoteleros de gran ascendiente en el mundo turístico, Joan Gaspart y Jordi Clos, dan por hecho que el sector acabará participando en la gestión del centro, sea cual sea la plica ganadora. Y el Ayuntamiento, por su parte, sólo dice que el concurso se fallará dentro de pocos días.

Trias reconoce que la Fira precisa recursos y 'no es verdad que estos fondos no estén disponibles'. Un simple dribling, ni siquiera un eufemismo, para salvar la única verdad sobre la Fira de Barcelona: la Generalitat no ha puesto todavía ni una peseta de los 3.000 millones que se comprometió a aportar.

La última promesa de dinero la hizo el consejero Francesc Homs, calificado de eficiente. Y con este compromiso a cuestas, Trias no le teme a la parte del león: 'La Fira de Barcelona supondrá una inversión muy importante, aunque no sé cuál es, pero su coste no es una cosa que me asuste'.

Mientras, en la misma Fira, el Consejo de Administración aludido por Trias trabaja: ha presentado un requerimiento de las administraciones autónomica y local por el que se piden 50.000 millones de pesetas para desarrollar el plan estratégico.