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Reportaje:

Recluido en seis metros cuadrados

Una estrecha celda sin ventanas sustituye a la lujosa residencia de Milosevic en Belgrado

El ex presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic disfruta, sin duda, en la cárcel de Belgrado de la oportunidad para meditar sobre la máxima de san Ignacio de Loyola Así pasa la gloria del mundo. En apenas unas horas, Milosevic ha pasado de vivir en el suntuoso complejo residencial de Belgrado, propiedad en su día de los Karadjordjevic, la familia real yugoslava, y luego residencia del mariscal Tito, a ocupar una celda de seis metros cuadrados, sin ventanas y sin televisión, en la prisión central de la capital yugoslava.

Ayer, hacia las seis de la tarde, Mira Markovic, la esposa del otrora poderoso déspota, atravesó las verjas que dan acceso a la cárcel. Iba vestida de riguroso negro y marchaba acompañada de un policía que llevaba una bolsa roja de las que usan las tiendas de ropa cara y una maleta azul, cargadas con pertenencias para el recluso.

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El abogado de Milosevic, Toma Fila, se ha convertido en el portavoz hacia el exterior de los estados de ánimo de su defendido. Así se pudo saber que, tras ingresar en su celda, Milosevic se durmió a los diez minutos bajo el efecto de los calmantes que se le proporcionaron. Los exámenes médicos constataron que tenía la tensión alta y le recetaron algunos medicamentos. El ex presidente no había pegado ojo en las dos noches anteriores. En la madrugada del sábado, la policía intentó capturarlo en su residencia en una operación que provocó tres heridos. En la madrugada del domingo se entregó, tras varias horas de tensas negociaciones, en las que llegó a amenazar con suicidarse. Según filtraron los negociadores, Milosevic incluso apuntó en una ocasión a su sien con la pistola que llevaba.

Fila informó de que Milosevic se sentía bien, 'es una persona fuerte, todavía mentalmente fuerte. Está en buena condición física, su alimentación es buena y recibe las visitas de su esposa'. Añadió Fila que Milosevic recibe los periódicos del día, le entregaron algunos libros y dispone de las comodidades propias del país. En un rasgo que parece más bien propio de humor negro, el abogado dijo que la celda de Milosevic no dispone de las comodidades de la cárcel del Tribunal de La Haya, 'con radio y televisión'.

Varios periódicos de Belgrado rivalizaban ayer en dar detalles sobre las condiciones del encarcelamiento. El diario Blic publica en primera página un gráfico en colores de la celda. Se ve en el dibujo un camastro, una mesa sencilla con dos sillas y una ducha al fondo. Ocupa Milosevic el ala renovada de la prisión central. Su celda está prevista para varios presos, pero él disfruta de uso individual. En otro rasgo de humor negro, esa parte renovada de la cárcel recibe el nombre de ala Hyatt, en referencia al hotel más lujoso de Belgrado. Las nuevas celdas disponen de ducha, suelo nuevo y paredes pintadas hace poco. La celda, como toda la cárcel, no tiene ventanas en las que dé la luz del día de forma directa, y la llave de la luz se encuentra dentro de la habitación. Las puertas de estas celdas tienen rejas en la parte superior, lo que permite a los carceleros controlar todo el tiempo a los presos para evitar acciones desesperadas.

Un guardián fuma un cigarrillo en la cárcel central de Belgrado, donde está encerrado el ex presidente Milosevic.
Un guardián fuma un cigarrillo en la cárcel central de Belgrado, donde está encerrado el ex presidente Milosevic.REUTERS

'Defendería al diablo en persona'

El ex presidente Slobodan Milosevic ha elegido para su defensa a un verdadero as de la abogacía: Toma Fila, curtido en mil batallas jurídicas, defensor de unos 1.300 asesinos, que se autodefine como hedonista y nacionalista serbio y que 'defendería al diablo en persona'. Sus ancestros eran joyeros, pero ya su padre rompió la tradición familiar y se dedicó a la abogacía con éxito. A Fila le hubiera gustado ser actor o periodista y dice que éstos 'le enseñaron a leer entre líneas'. Desde hace cuatro años, Fila extendió su campo de actuación al Tribunal Penal Internacional en La Haya para los crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia. La revista femenina Jefimija dedicó un amplio reportaje a Fila y a su esposa, licenciada en filología francesa y directora de una escuela. Según él, ningún régimen le ha impedido hacer su trabajo. 'Desde siempre he dicho que soy un verdadero nacionalista serbio. Y estoy orgulloso de eso. No sé a quién se le ha ocurrido que ser nacionalista es una vergüenza. No he visto a ningún colega que se avergüence de ser frances, inglés o americano. Todo lo contrario. ¿Por qué entonces debería avergonzarme yo de ser serbio y llamar a los americanos para enseñarme democracia? Si cualquier americano después de los bombardeos hubiera entrado a pie en Belgrado, habría disparado contra él. Dije lo mismo en La Haya. Nadie puede entrar en mi casa sin mi invitación. Mi país es mi casa y yo estoy orgulloso de la historia de mi pueblo. Yo tampoco iría a la casa de otro sin ser invitado'. Se define como epicúreo: 'Siempre he dicho que hay que seguir a Tito en el sentido del hedonismo. Si a él no le hubiera gustado tanto gozar, nosotros tampoco habríamos tenido todo lo que teníamos. Pobre del país al que dirige el hombre que ha tomado una sola bebida, se ha fumado un único cigarrillo y besado sólo a una mujer. Quien lo ha visto y probado todo podrá entender a los seres humanos'.

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