Un montaje enfrenta las pinturas de los Bassano

El Museo del Prado se ha unido al interés de pinacotecas y especialistas sobre la pintura de Jacopo Bassano (hacia 1510-1592) y de sus hijos, también pintores, Francesco (1549-1592), Giambattista (1553-1613), Leandro (1557- 1622) y Girolano (1566-1621). Como continuación del cuarto centenario de la muerte de Jacopo se han reunido una veintena de telas de la antigua colección real, distribuidas entre El Escorial y el Museo del Prado, con el conservador Miguel Falomir Faus como comisario.

La sala 16b, en la primera planta del museo, presenta hasta el 20 de mayo la muestra Los Bassano en la España del Siglo de Oro, con Fragua de Vulcano, de Jacopo, como pieza clave, un cuadro del llamado Prado disperso, en depósito en Barcelona, que ha sido restaurado. Una radiografía explica los cambios de composición de este cuadro que estuvo en el Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid, junto a otros de Velázquez, Rubens, Van Dyck, Tintoretto, Veronese y Tiziano.

En la selección de las piezas se incluyen las tipologías más populares de los Bassano, como las cocinas, los nocturnos, las estaciones, la expulsión de los mercaderes del templo y los viajes del antiguo testamento, que aparecen en diferentes versiones. En todas ellas se repiten los escenarios naturales habitados por personajes que realizan tareas cotidianas entre un gran número de animales y objetos. Los Bassano disfrutaron de un gran prestigio en la España del Siglo de Oro.

La muestra y los textos del catálogo proponen las diferencias entre las obras maestras de Jacopo, como heredero de la pintura de manchas de Tiziano, y las telas realizadas por sus hijos y los ayudantes del taller, con objeto de clarificar las autorías y cronología de una amplia producción. 'Los Bassano fueron copiados, imitados, coleccionados, alabados e incluso criticados, y durante un cuarto de siglo, entre 1590 y 1615, fueron la perfecta encarnación de la modernidad pictórica, lo que les valió el reconocimiento de literatos como Lope de Vega o Suárez de Figueroa', dice Miguel Falomir Faus en su estudio.