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El comité de ética de Cruces se abstiene de intervenir en el conflicto de la cirugía transexual

El organismo interno considera que es un problema de tipo administrativo y no moral

Unos 15 pacientes siguen actualmente tratamiento hormonal en el hospital de Cruces con el fin de modificar la morfología de sus cuerpos y convertirse en lo más parecido posible al sexo contrario al que pertenecen biológicamente. De ellos, 12, según estimaciones médicas, pedirán continuar con el tratamiento y ser operados de cambio de sexo parcial. Casi todos querrán llegar hasta el final y terminar el proceso con la intervención de los genitales. Sin embargo, la sanidad pública no se lo permite: la cirugía transexual no entra en sus prestaciones. Sólo cubre la cirugía reparadora de los estados intersexuales patológicos (deformaciones). ¿Qué se puede hacer con esos pacientes? ¿Es ético abandonarles después del tratamiento hormonal? Y, con los ya operados en el hospital ¿qué ocurre?. Éstas son algunas de las preguntas que los médicos de Cruces que atienden a las personas diagnosticadas de transexualismo querían que el comité de ética del centro sanitario respondiese.

Sin embargo, por el momento, el organismo ha preferido declinar su intervención por entender que el conflicto surgido entre la dirección de Cruces y el Departamento de Sanidad, por un lado, y los médicos que atienden a los pacientes transexuales, por otro, no es de tipo ético, sino administrativo. En un escrito remitido a los cirujanos que habían solicitado su mediación, el comité les agradece la confianza que en él han depositado, pide que no se altere su sosiego [en alusión a la publicación de informaciones sobre el conflicto abierto] y califica el asunto de complejo. Insiste luego en que, de cualquier forma, es necesario que los médicos concreten a qué problema ético se refieren.

La respuesta no ha satisfecho a los demandantes ya que, aunque reconocen que existe un contencioso administrativo, conisderan que se produce un conflicto ético muy importante derivado de la asistencia a los pacientes con disforia genética (biológicamente de un sexo y psicológicamente del contrario). 'Hay que respetar el tratamiento. Los pacientes son lo primero', recalcan los médicos.

Por ello, han solicitado al comité que reconsidere su criterio y que trate el asunto en una nueva reunión. En principio, la próxima reunión no está prevista hasta dentro de dos semanas. Los cirujanos han demandado también una cita con la Dirección General de Osakidetza para aclarar los aspectos administrativos del problema.

Expediente informativo

En relación con el expediente informativo abierto por la dirección de Cruces, ya ha comenzado la toma de declaraciones por parte de la inspección médica nombrada por Sanidad. El pasado día 28 comparecieron, por separado, los jefes de los servicios de Psiquiatría, de Endocrinología y de Cirugía Plástica del hospital. Las preguntas fueron minuciosas y tendentes a conocer los casos clínicos diagnosticados de transexualidad que han atendido los médicos del centro vizcaíno.

En los últimos 11 años, untotal de 50 pacientes con morfología masculina o femenina, pero identificados con el sexo contrario al que pertenecen, han sido atendidos. A unos 30 se les intervino parcialmente de cambio de sexo (implantes de prótesis de silicona en el pecho, en el caso del hombre, y de extirpación de mamas, en el de la mujer). Las dos últimas operaciones fueron el 6 de marzo y se realizaron a un hombre y una mujer que, previamente, habían sido diagnosticados por un psiquiatra y, después, tras un segundo paso en el que recibieron tratamiento hormonal durante dos años, fueron operados en cirugía plástica.

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