Un caparazón astronómico

La concha del gran caracol ya ha tomado su forma completa. La cúpula del que será el mayor telescopio del mundo se presentó ayer en sociedad en un amplio solar del polígono industrial de Jundiz, en Vitoria. Se ha necesitado un año de trabajo para levantar esta inmensa esfera de 500 toneladas de peso y 35 metros de diámetro. Ahora queda la menos agradable tarea de desmontar la futura carcasa del telescopio, embalar las piezas y enviarlas por barco a Canarias, para volver a instalarlo en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma.

Este ingenio será, por sus prestaciones, el telescopio mayor y más avanzado cuando entre en servicio en el año 2003. Es un proyecto del Instituto de Astrofísica de Canarias, que cuenta con la colaboración de instituciones académicas europeas, estadounidenses y mexicanas. Cuando esté instalado en una planicie de 5.000 metros cuadrados situada a 2.400 metros de altitud, se podrán observar tanto galaxias desconocidas en la actualidad por su lejanía como nuevos fenómenos celestes que pasan inadvertidos para los telescopios actuales.

De todos modos, ayer todo esto era parte de la teoría. En la práctica, se podía disfrutar de gigantesca bola hueca, con ventanas móviles y realizada en una fina chapa metálica que mostraba las virtudes de URSSA, la empresa que ha fabricado y montado la esfera. Así y todo, las dimensiones del artefacto -similares a un edificio de siete pisos- y su configuración móvil impresionaban y servían de adelanto a lo que será el ingenio final: una máquina de precisión microscópica, aireada por los vientos alisios, los que permiten la atmósfera más diáfana para observar el universo.

La empresa encargada de llevar a cabo la fabricación y el montaje de esta estructura, la cooperativa vitoriana URSSA, ha colaborado con otras dos firmas sólo en la realización del entramado y el edificio que acogerán el telescopio. Mientras URSSA aportaba su reconocida experiencia en estructuras metálicas complejas (ahí están el Guggenheim de Bilbao o el puente de Calatrava en Valencia), GHESA se responsabiliza de la ingeniería de los componentes no estructurales, y MONCAINSA del montaje en Canarias. Esto será después de que se desmonte la esfera, las piezas se trasladen en 50 camiones hasta el puerto de Bilbao y el barco arribe en las Islas Afortunadas.

Primeras pruebas

Como en todo acto protocolario que se precie, no faltaron las autoridades. Desde el propio gerente de URSSA, Mario Zubia, hasta el secretario de Estado de Política Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Ramón Marimón. También estaba presente la plana mayor del Gran Telescopio de Canarias, y Javier Retegi, máximo responsable de la Universidad de Mondragón (URSSA pertenece a Mondragón Corporación Cooperativa).

Todos ellos pudieron observar las primeras pruebas de la esfera. Hay que tener en cuenta que se trata de un entramado de meridianos y paralelos en celosía que soporta una chapa esférica exterior y el cerramiento térmico interior. Y todas estas 500 toneladas se sustentan sobre un rail para que el telescopio pueda dirigirse a cualquier orientación.

Además, la cúpula tien dos compuertas de observación móviles y 16 grandes ventanas de ventilación para controlar las temperaturas. Ppor último, hay otro componente móvil, una pantalla antiviento metálica que se despliega como si fuera una persiana, para proteger al telescopio interior de ráfagas imprevistas o de las luces exteriores que pudieran estorbar la observación. En fin, que la precisión debe ser la máxima. Así se pudo observar ayer, cuando se realizaron los primeros ensayos en la estructura, sin que hubiera el más mínimo resquicio a la duda.

La instalación en la carcasa del telescopio se realizará en Canarias, después de que finalice la instalación de la estructura a finales de año. La lente es también una superficie de enorme complejidad y precisión, un espejo primario dividido en 36 partes hexagonales, que equivalen a un círculo de 10,4 metros de diámetro. Todas ellas se están fabricando en la actualidad en la empresa SChott, en Maguncia (Alemania), desde donde se envían a Reosoc, firma francesa que pule las lentes. Una vez que hayan llegado todos estos hexágonos a Francia, comenzará su transporte a Canarias, que se realizará desde enero de 2002 a noviembre del año siguiente.

Y ya sólo quedará el montaje del Gran Telescopio de Canarias, con el que esa reserva astrofísica que es el Roque de los Muchachos de La Palma tendrá algo de sabor alavés.