¿Irritación simétrica?
Juan Tapia decía el pasado miércoles en el programa de Iñaki Gabilondo en la SER que le había sorprendido que los diarios nacionales de ese mismo día, al dar los resultados de la encuesta del CIS sobre el País Vasco, no hubieran incluido el dato relativo a la valoración del candidato del PP, Jaime Mayor Oreja, que aparecía en el último lugar entre todos los políticos valorados, por debajo incluso de Arnaldo Otegi.
Y la sorpresa está más que justificada. Los datos relativos a la valoración de los distintos líderes políticos que aparecen en las encuestas, incluso de los que no son candidatos a presidente de Gobierno o de comunidad autónoma, se incluyen siempre cuando se ofrecen los resultados de éstas. Es un dato que siempre es considerado relevante. ¿Por qué, en este caso, no? ¿Es que no es un dato relevante para la formación de la opinión pública en este asunto? Cuando se nos está informando del País Vasco con una minuciosidad extraordinaria en las páginas de política nacional y se publican incontables tribunas sobre las próximas elecciones vascas, ¿por qué un dato tan relevante como éste se oculta?
No lo entiendo. No sé qué es lo que se gana con ocultarlo. Creo más bien que es un dato que debería ser resaltado, porque es un dato no sólo relevante sino extraordinariamente expresivo, sobre el que merece la pena reflexionar. Como sobre otros muchos que aparecen en la encuesta del CIS, a los que no se le ha prestado la debida atención en la información que de dicha encuesta se ha dado en los medios de comunicación. Yo accedí a la encuesta en la edición digital de EL PAÍS el martes por la tarde y me sorprendió mucho la manera en que esa información se trasladó a la edición impresa del día siguiente. Tuve la impresión de que la presentación de la encuesta no era fiel a los resultados de la misma. Parecía como si el resultado resultara molesto y hubiera que hacerlo pasar lo más desapercibido posible.
Y no lo entiendo. Se puede discutir la fiabilidad de los resultados de la encuesta en lo que a intención de voto se refiere. Se puede discutir el alcance que debe dársele al dato del porcentaje de ciudadanos vascos que se niega a responder a la pregunta sobre intención de voto o al que debe dársele al resultado de la pregunta sobre recuerdo de voto. Pero lo que resulta difícilmente discutible es el resultado general de la encuesta, que no es otro que el que la distancia entre la opinión pública en el País Vasco y la opinión pública en el resto del Estado es inmensa y, además, no se reduce o no manifiesta tendencia a reducirse.
Esto es lo que el dato sobre la valoración de Jaime Mayor Oreja y de Arnaldo Otegi refleja de manera insuperable ¿Cómo es posible que el político mejor valorado en España sea el peor valorado en el País Vasco? ¿Cómo es posible que su valoración sea inferior a la de un político como Arnaldo Otegi que, en el momento de hacerse la encuesta, había justificado nada menos que veintisiete asesinatos de ETA? ¿Será indicio dicho dato de que en la opinión pública del País Vasco existe una irritación respecto del PP simétrica a la que existe respecto de ETA?
En el resto del Estado la mera posibilidad de que así sea nos parece no solamente incomprensible, sino además moralmente repugnante. ¿Cómo va a ser lo mismo Jaime Mayor Oreja que Arnaldo Otegi, el PP que ETA? ¿Cómo va a ser posible que se reaccione con el mismo rechazo frente a quienes matan que frente a quienes no solamente no lo hacen, sino que son asesinados por participar y con su participación hacer posible el funcionamiento del sistema político de todos los vascos?
Y sin embargo, esto se percibe en los resultados de la encuesta del CIS. Me temo que el desarrollo de la campaña electoral no va a hacer disminuir esa irritación simétrica, sino todo lo contrario. No creo que se gane nada con cerrar los ojos y no querer ver lo que no resulta agradable ver. Entre otras cosas, porque después del 13 de mayo vendrá el 14 y habrá que seguir haciendo política.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.