Un complejo examen de pinche

El responsable de Sanidad de UGT culpó de las altas cifras de precaridad de la consejería a la falta de voluntad política, una actitud que, para Usó, se manifiesta desde distintas vertientes. Una de ellas es la que la Administración mantiene ante el contrato público. En marzo de 2001 aún se están realizando pruebas de las plazas de la última oferta de empleo, del año 1994. Pero el problema no se limita a la falta o tardanza de convocatorias, sino también a los problemas que hay para adjudicar las plazas. En la última oposición de pinches se presentaron 2.773 personas para 30 plazas, pero en el primer examen sólo aprobaron 13. Algo similar pasó con las pruebas de auxiliar de enfermería. De los 10.000 aspirantes para 100 plazas, no aprobó nadie. Tras eliminar varias preguntas, finalmente aprobaron 46. La situación se repite en las pruebas de otras categorías, lo que impide cubrir las vacantes y mantener la precariedad y los contratos irregulares.

Usó apeló a la necesidad de consolidar plazas y se refirió a la necesidad de elevar de 2.100 a 2.780 la plantilla de médicos de primaria para cubrir con garantías a los pacientes, ante la sobrecarga de trabajo en los centros de salud y consultorios. El representante de UGT recordó los paros convocados para el día 28 para exigir una mejora en la atención primaria.