El desastre electoral de los comunistas divide a la 'izquierda plural' francesa

Aunque para el primer secretario del Partido Socialista, François Hollande, dicho cambio de política 'no tendría sentido', a juicio del ministro de Educación, Jack Lang -uno de los derrotados en las municipales, bien que sólo por una treintena de votos-, es necesario 'transformar radicalmente la política para los barrios populares'.

Lang reconocía ayer 'un aspecto nacional de esta elección, que apenas ha aparecido en los debates, que es el de los barrios en dificultades'. Para el ministro de Educación -según los sondeos, una de las figuras más populares del Gobierno-, 'el electorado de los barrios populares tiene la impresión de haber sido abandonado' y no deben descartarse 'medidas excepcionales para agilizar las obras y los programas que necesitan los que se sienten abandonados'.

La teoría del 'abandono de los barrios populares', escuchada ayer a Lang, se corresponde perfectamente con la explicación lanzada por el secretario nacional del Partido Comunista, Robert Hue, en la misma noche del domingo, cuando los malos resultados de los alcaldes comunistas caían a plomo y Los Verdes hicieron saber que deseaban un papel más importante. Pero no todos los dirigentes comunistas quieren mantener una alianza a la que culpan de la migración de sus bases hacia la abstención o la extrema izquierda.

Este fenómeno se ha observado en Argenteuil, bastión histórico del Partido Comunista en la región parisiense, con casi 100.000 habitantes, donde el alcalde saliente fue derrotado por un candidato de derechas que obtuvo el 52% de los votos y aún sobraron para que la extrema derecha retuviera un 7% adicional. Otras pérdidas fueron también sensibles: Nîmes -la única ciudad de más de 100.000 habitantes que tenía alcalde comunista-, Dieppe, La Ciotat, Tarbes, Sète; más Pantin -también en la región parisiense-, que fue ganada por una lista socialista en alianza con Los Verdes, a despecho del pacto nacional. Esto no quiere decir que el partido ecologista boicoteara a los comunistas en todas partes: el alcalde comunista de Evreux, unido a Los Verdes, fue vencido por Jean-Louis Debré, uno de los hombres destacados de Unión por la República (RPR, neogaullista).

La variedad de situaciones no oculta un denominador común: el Partido Comunista baja. Desde dentro, hay quienes piden abiertamente a Hue que se marche a su casa, como hace el diputado André Gerin, reelegido alcalde de Vénissieux (en el departamento del Ródano), quien cree absurdo 'seguir disimulando la caída impresionante en los barrios populares, las empresas, las universidades, el mundo intelectual', y estima: 'O se reduce la fractura política [con las bases radicales] o desaparecemos'.

Todo esto no le gusta al Partido Socialista, cuyos dirigentes se resisten a un reajuste gubernamental en función de la tensión entre comunistas y ecologistas. 'Poner en competencia a los componentes de la izquierda plural sería muy mala política', afirma Hollande. Mientras, Marie-George Buffet, la ministra comunista de Juventud y Deportes -bien conocida por sus campañas contra el dopaje-, persona muy popular dentro de su partido, dice aproximadamente lo mismo: 'La izquierda plural necesita a todos sus componentes'

Hue hace recuento: Los Verdes sólo dirigen dos ciudades de más de 30.000 habitantes, mientras que todavía quedan 29 alcaldes comunistas, entre ellos, los de Calais, Nanterre o Saint-Denis.