Gandia proclama en un manifiesto que nunca se someterá a 'la dictadura del miedo'

El Gobierno local de Gandia anunció, el día siguiente de la explosión, que el atentado no alteraría la normalidad de la vida de la ciudad ni las fiestas de Fallas, y retrasó las medidas a adoptar ante la acción terrorista para la jornada de ayer. La junta de portavoces del Ayuntamiento (del PSPV, PP, y Bloc) se reunió a mediodía y decidió la convocatoria de una concentración por la tarde. Los representantes del Consistorio, en conferencia de prensa, mostraron su agradecimiento al trabajo de los efectivos de la Policía Local y Nacional, del equipo de bomberos y de los miembros de la Cruz Roja y el SAMU que la noche del sábado 'se jugaron la vida' en las tareas 'extremas' de evacuación de la zona donde ETA había estacionado el coche bomba.

Durante todo el día no cesaron de llegar al Ayuntamiento muestras de solidaridad ante el atentado que la banda terrorista pretendía perpetrar en la playa de Gandia, en una zona turística y en una noche de gran afluencia de gente. Además de asociaciones locales y comarcales, se sumaron al acto numerosas entidades institucionales, entre ellas, la Mancomunitat de Municipis de La Safor, la Diputación de Valencia, el Ayuntamiento de San Sebastián y el Movimiento contra la Intolerancia, así como los partidos políticos. Asistieron a la manifestación la presidenta de las Cortes Valencianas, Marcela Miró, el vicepresidente primero del Consell, José Luis Olivas, el consejero de Justicia, Carlos González Cepeda, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Carmen Mas, el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, y los dirigentes de EU, Joan Ribó, y el Bloc, Pere Mayor.

La noticia del último atentado de ETA, que causó la muerte a mediodía de ayer al teniente de alcalde del municipio de Lasarte (Guipuzcoa), el socialista Froilán Elespe, de 54 años, que recibió un tiro en la nuca mientras se encontraba en un bar del municipio, añadió mayor sentimiento de dolor y frustración al acto. Los asistentes a la protesta se congregaron a las 20.30 horas en la plaza Mayor, bajo una única voz y con un mismo lema: Gandia per la pau i contra la violència d'ETA. La alcaldesa de Gandia, la socialista Josefa Frau, fue la encargada de leer un manifiesto conjunto redactado por los miembros del Ayuntamiento.

'Hoy [por ayer], los ciudadanos de Gandia nos volvemos a concentrar de nuevo para mostrar nuestra repulsa y condena a estos atentados y para decirle bien claro y bien fuerte a la banda criminal ETA que esta locura injustificable no romperá nuestras convicciones y nuestra voluntad de vivir en paz y libertad', clamó la alcaldesa. La primera edil recordó que 'sólo desde el respeto, la tolerancia y la libertad se puede construir un futuro para todos' 'Ahora, cuando más cerca hemos vivido los efectos de la violencia injustificada, renovamos con fuerza nuestra intensa convicción de que nunca nos someterán a la dictadura del miedo, y que nunca romperán nuestra unidad y nuestras convicciones democráticas', dijo Frau, quien hizo un llamamiento al 'diálogo entre las fuerzas democráticas' para acabar con 'esta dolorosa situación'.

La alcaldesa, en nombre del Consistorio, envió asimismo un mensaje de pésame y apoyo a la familia y compañeros del mosso d'esquadra Santos Santamaría, que murió tras la explosión del coche bomba trampa que ETA colocó en el municipio de Roses (Girona), y a la última víctima de la banda terrorista, el teniente alcalde socialista Froilán Elespe. Tras la lectura del manifiesto los asistentes a la concentración guardaron cinco minutos de silencio en señal de duelo por las víctimas de la banda terrorista.

Por otra parte, la concejal de Participación Ciudadana en el Ayuntamiento de Gandia, Liduvina Gil, defendió ayer la actuación policial durante la evacuación de la zona en la que ETA colocó el coche bomba cargado con explosivos, ante las denuncias del medio centenar de vecinos que permanecieron en un inmueble que resultó gravemente afectado sin ser alertados de la amenaza de atentado. 'Los locales empezaron a desalojarse a las 23.50 horas, en pocos minutos, ya que la explosión se había anunciado para las 24 horas y, si llega a estallar diez minutos antes de la hora avisada, como ocurrió en Roses, hubiera pillado a todos los efectivos policiales en el lugar'.

En quince minutos fueron evacuadas unas doscientas personas de dos restaurantes, un pub-discoteca y una pizzería. 'Los cuerpos de seguridad actuaron conforme a la situación y con muy poco tiempo, y las personas que estaban en el interior del edificio no corrían peligro', señaló la edil.

La explosión controlada, realizada por especialistas del Tedax de la Policía Nacional se efectuó a las 4.30 horas. La onda expansiva de la deflagración causó destrozos materiales en inmuebles ubicados a cien metros a la redonda y alcanzó hasta nueve alturas. Ayer, los propietarios afectados volvieron a lamentar los problemas que se han encontrado para presentar las denuncias por los daños en sus viviendas en la Comisaría de Policía de Gandia, donde se anunció que se iba habilitar una oficina especial para atender a los damnificados.