Sólo el 20% de los directores de colegios públicos llega al cargo de forma voluntaria

El trabajo de los directores en los centros públicos no universitarios carece del prestigio y el reconocimiento social y económico que el puesto merece. Ésa es la principal causa de que en la actualidad sólo uno de cada cinco directores (el 20%%) haya accedido al cargo de manera voluntaria. Por lo tanto, el Departamento de Educación y el claustro de profesores de cada centro se han visto obligados a nombrar a dedo al resto. Éste es uno de los datos más relevantes del informe realizado por la Inspección Educativa para conocer la realidad de los equipos directivos. El trabajo de la Inspección es el más completo realizado hasta ahora en el campo de la dirección, una preocupación en toda España por la falta de vocaciones. La estabilidad e ilusión de un equipo directivo guarda estrecha relación con el éxito o el fracaso del centro, según los propios profesionales.

Por primera vez, Educación dispone de un análisis tan detallado que le permite conocer la situación de los equipos directivos de todos los centros públicos en todos los niveles no universitarios.

La Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Públicos da forma a la dirección de los colegios e institutos. Se trata de una norma de aplicación en todas las comunidades autónomas. El director debe ser elegido por el consejo escolar del centro (órgano que aglutina a padres, alumnos y profesores) entre los profesores que se presenten voluntariamente al cargo y estén acreditados, es decir, que hayan superado unos cursos de formación o cuyo trabajo docente haya sido valorado por el departamento. Los mandatos son de cuatro años. Si no hay candidatos, la ley prevé la designación del director por la Administración y el claustro, que deberá elegir entre uno de sus miembros y que éste lo acepte.

De los 548 centros de la red pública, casi el 94% dispone de un equipo directivo completo (director, jefe de estudios y secretario). En los centros más grandes, los equipos aumentan con la figura del coordinador. Sólo el 32,5% de los directores tiene ahora un mandato de cuatro años, mientras que el resto ocupa el cargo de año en año, lo que es una muestra de inestabilidad. Precisamente, los centros tienen que designar este año (probablemente en mayo) a los nuevos equipos directivos, un proceso que se repite cada cuatrienio.

Donde la sensación de inestabilidad es más acusada es en Secundaria, en la que el 100% de los directores está por un año, al cabo del cual suelen dejar el cargo a otra persona o renovar, pero sólo por otro año. Varias causas explican esta circunstancia: por una parte, en Secundaria no se celebraron elecciones en 1997 por los cambios organizativos y pedagógicos que introdujo Educación para adaptar los institutos a la reforma de la enseñanza y, en segundo lugar, esta etapa es la más compleja y la que más desgaste supone para los profesores, ya que reúne a alumnos de 12 a 16 años.

En esta línea, es la Administración y los claustros los que han elegido al 100% de los responsables de los centros de Secundaria, mientras que un 25% de los directores de los colegios de Infantil y Primaria han presentado su candidatura.

La liberación horaria, reducción de las horas de clase a alumnos, es una de las reivindicaciones de los directores, que entienden que dirigir el proyecto educativo de un centro precisa el máximo tiempo posible. El estudio muestra que apenas un 19% no tiene ninguna hora lectiva. Educación trabaja sobre un nuevo modelo de liberaciones horarias, aunque es partidario de que la figura de director no pierda por entero el carácter docente.

En cuanto al perfil lingüístico (conocimiento del euskera), el 78,1% posee el nivel 2 (el máximo que reconoce Educación), el 4% cuenta con el 1 y el 17,9% no sabe euskera.

El inspector general de Educación, Juan María Aztiria, se ha encargado de elaborar el informe con los datos procedentes de los servicios de inspección de las tres provincias. A la vista de los datos, ha elevado una serie de propuestas al viceconsejero de Educación, de quien depende, entre las que destacan las siguientes:

- Liberación horaria. Homogeneizar las liberaciones horarias en la etapa de Primaria.

- Plan. Las candidaturas a director se deben presentar con un plan estratégico para impulsar las mejoras.

- Formación. Potenciar la formación para ejercer la dirección y que los cursos ofrecidos por el departamento sean obligatorios para los profesores que quieren ser directores.

- Incentivos. Mayor incentivación económica y social.