Localizados en España 65.954 animales traídos de Francia desde febrero
El Gobierno cierra las fronteras al país vecino
Fuentes de Agricultura aseguraron ayer que las comunidades autónomas están prevenidas para proceder a los análisis de detección de fiebre aftosa (enfermedad para la que no hay tratamiento, producida por virus, y que se expande con gran facilidad aunque no se transmite al hombre) en las reses importadas.
Desde principios de marzo, y siguiendo una iniciativa del Comité Veterinario de la Unión Europea, España cerró las fronteras a los animales procedentes del Reino Unido, país donde se dieron los primeros casos de la enfermedad en 27 cerdos a mediados de febrero. Con los otros países comunitarios, se permitía el tráfico de animales, siempre que éste fuera de explotación a explotación o de explotación a matadero.
Dos órdenes ministeriales, publicadas ayer en el BOE y que se mantendrán vigentes hasta el 27 de marzo, recogen el cierre total de fronteras con Francia, pero también la obligatoriedad de desinfección de vehículos de transporte de animales y de las ruedas del resto de los vehículos, así como el decomiso y destrucción de la carne fresca y productos cárnicos, de la leche, derivados lácteos y de los residuos de comidas servidas en autobuses, trenes, buques o aviones.
Los pasos fronterizos de Navarra y Cataluña fueron ayer estrechamente vigilados por los cuerpos de Policía para impedir la entrada de camiones con ganado. El director de Interior del Gobierno de Navarra, Alfredo González, confirmó que agentes de la Policía Foral y de la Guardia Civil controlan las fronteras con normalidad. El director general de Producción Agraria e Innovación Rural del Departamento de Agricultura de la Generalitat, Xavier Coll, alertó de que la fiebre, erradicada en Cataluña hace 18 años, sería 'una bomba' para el sector ganadero.
Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) exigió al Gobierno medidas más drásticas que alcancen al cierre de fronteras para todos los animales, carnes y productos lácteos procedentes de cualquier país de la UE, apoyándose en los casos detectados en el Reino Unido y Francia y en los que califica de 'dudosos' registrados en Alemania e Italia. 'Las medidas ministeriales son claramente insuficientes, dado el carácter altamente contagioso de la enfermedad y el elevado riesgo que tiene España por las importaciones procedentes de los países comunitarios', señala el presidente de UPA, Fernando Moraleda.
En la misma línea, pero centrándose en la ganadería de lidia, se manifestó ayer la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) al exigir la inmovilización de los toros bravos. Esta organización considera que el caso francés debe obligar a poner en marcha un programa de alerta más exigente, con el consiguiente cierre de fronteras e inmovilización de todos los animales excepto los que sean para el matadero. COAG recuerda que los animales lidiados pueden ser de distintos hierros, 'lo que supone un riesgo añadido, no a través de los animales que participan en la lidia, porque se sacrifican en la arena, sino a través de los cabestros, que vuelven a las dehesas'.
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