Las farmacéuticos navarros piden a Sanz que medie para que no les multen

El Colegio de Farmacéuticos de Navarra ha pedido al presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, que medie ante el Departamento de Salud de su Ejecutivo para impedir que se materialicen las sanciones de dos millones de pesetas que han comenzado a aplicarse a las oficinas de farmacia que en octubre pasado cobraron íntegramente las recetas a los ciudadanos de la región.

Los farmacéuticos se han visto sorprendidos por la resolución de los veinte primeros expedientes sancionadores tramitados por el departamento de Santiago Cervera, que tramita un total de 189 expedientes de sanción grave. Cada uno de ellos contiene dos sanciones: una por incumplir la Ley General de Sanidad de 1986 y la segunda por incumplir la Ley del Medicamento del año 1990.

Juan Carlos González Gavari, presidente del Colegio y él mismo uno de los sancionados, ha señalado que recurrirán en la vía contencioso-administrativa para intentar anular el pago de las sanciones, que Salud reducirá en un 30% si el sancionado paga antes de un mes desde la notificación. El Colegio considera que se trata de una 'persecución personal' del consejero contra la dirección del mismo, con la que Cervera mantuvo una durísima pugna el pasado mes de octubre.

La organización colegial reconoce que no creía que los expedientes sancionadores llegaran a ejecutarse.

Denuncias de afectados

Las sanciones se instruyeron a raíz de las denuncias de ciudadanos afectados por el boicoteo de los boticarios, así como tras las inspecciones directas de técnicos del Departamento de Salud y sobre la base de las facturas emitidas por los profesionales.

Durante dos semanas, los colegiados cobraron íntegramente los medicamentos aduciendo que no existía un concierto en vigor entre ambas partes y que ninguna legislación obliga a los profesionales a financiar anticipadamente al usuario el precio del medicamento. Una resolución judicial obligó a los farmacéuticos a aceptar las recetas del Servicio Navarro de Salud y puso punto final al conflicto, originado por la oposición de los profesionales de farmacia con oficina abierta a la ley aprobada por el Parlamento de Navarra, que permitirá la liberalización del sector y la duplicación del número de oficinas existentes en la actualidad.

Los farmacéuticos navarros ya pidieron entonces la mediación de Sanz, si bien el presidente no llegó a intervenir en el conflicto al exigir a los boticarios que previamente aceptaran las recetas de Osasunbidea.

Cervera ha negado que la tramitación de los expedientes obedezca a una 'actitud de venganza' contra los farmacéuticos. 'Simplemente es el cumplimiento de la normativa', indicó el máximo responsable sanitario del Gobierno foral, quien achaca la responsabilidad de las sanciones a la directiva del Colegio y a los asesores legales que les instaron a rechazar las recetas.