Álava se convierte en la primera gran institución vasca en aprobar sus presupuestos

Vitoria - 14 mar 2001 - 00:00CET

El presupuesto alavés de 2001 tiene unas connotaciones mucho más políticas que en los ejercicios anteriores. En plena precampaña electoral, los partidos constitucionalistas se han unido, por segundo año consecutivo, para garantizar la estabilidad de Álava y sin tener en cuenta las propuestas nacionalistas. De hecho, se han rechazado las 922 enmiendas presentadas por la oposición (PNV, EA, Izquierda Unida y EH).

Pero apenas se detallaron ayer los contenidos del plan: una mejora de la renta básica que entrega desde el año pasado la Diputación, la aplicación del peaje social para la autopista A-68, la puesta en marcha del museo Artium, la emisión de deuda por valor de 1.200 millones y unas inversiones globales de 19.000 millones. El debate en las Juntas Generales fue eminentemente político.

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El PP y UA observan el presupuesto como la prueba de 'la consolidación de una alternativa y un gobierno'. Esperan además 'que este cambio se traslade a la comunidad autónoma el 13 de mayo', fecha de las elecciones anticipadas.

'Salvaguardar la libertad'

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Los socialistas no llegan tan lejos en sus apreciaciones. Se ciñen a defender su acercamiento al PP como la única salida para salvaguardar 'la libertad y la democracia' frente al 'nacionalismo que se atrinchera en la autodeterminación'. El PSE pretende enseñar al PNV, 'un partido que ha salido de la escena institucional alavesa', cuál es el camino 'para volver a esa escena'.

Frente a estos partidos, los nacionalistas se sienten víctimas de 'la intolerancia' del PP, PSE y UA. 'Proponen un gobierno para destruir' y 'su actuación es penosa', opinó el portavoz peneuvista, Miguel Ángel Redondo, quien acusa a los constitucionalistas de apostar por el 'abandono de Álava'. El PNV culpa en especial a los socialistas, 'absorbidos por el pensamiento único', y les reta a 'dar a conocer una propuesta concreta para conseguir la paz'. Los demás partidos de la oposición comparten este punto de vista, y acusan a populares, PSE y UA de aplicar 'el rodillo'. Los junteros de EH abandonaron el pleno.

El Ayuntamiento de Vitoria será la siguiente institución en aprobar su presupuesto. El gobierno municipal de PP y UA cuenta con el apoyo de los socialistas. Hoy se inician los trámites en la comisión de Hacienda y se prevé aprobar antes de Semana Santa.

'Jubilen al señor Arzalluz'

El debate de los presupuestos en las Juntas Generales de Álava versó poco sobre economía, bastante más de política e incluso hubo un amplio hueco para las referencias y alusiones personales. Hubo para todos, incluso para los ausentes. El portavoz socialista, Juan Carlos Prieto, fue el más concreto. Pidió al PNV que salga del 'agujero' de Lizarra, la autodeterminación y la independencia, y se permitió dar un consejo a los peneuvistas: 'Jubilen al señor Arzalluz'. También tuvo recomendaciones para los representantes de Izquierda Unida, a los que pidió que 'se aclaren' en sus criterios con su dirección nacional. También respondió a las críticas de EA en materia de vivienda asegurando que el ex alcalde de Vitoria José Ángel Cuerda fue 'el gran impulsor de la política de especulación'. Ese tono crispado se mantuvo hasta el final, en lo que terminó siendo un debate tenso. El nacionalista Miguel Ángel Redondo contestó a Prieto recordándole que el PNV obtuvo más votos que el PSE en las últimas elecciones y recomendándole que 'se meta en su casa y deje en paz al vecino'. Además, replicó a las opiniones de Unidad Alavesa con el siguiente comentario: 'Ustedes son dos y el del tambor, y cada día son menos. Tal y como se creó, su partido se ha diluido y va a desaparecer'. Laura Garrido, del Partido Popular, dudó de los valores democráticos de los nacionalistas: '¿Es democracia insultar a la cara en plena manifestación?', preguntó en referencia a los incidentes del fin de semana en Portugalete. Redondo, desde el PNV, dudó de que el PP utilice Álava como 'punto de encuentro si se basa en trasladar la política dictatorial de Madrid'.