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Reportaje:EVALUACIÓN A LA LEY DE CALIDAD

Las asociaciones educativas rechazan la reválida

Los padres y los sindicatos se oponen al proyecto del Gobierno de separar a los alumnos por aulas según su rendimiento

SINDICATOS

1. No, está demostrado que separar a los alumnos por su nivel de conocimientos no redunda en mejores resultados de conjunto. Segregar a los alumnos según su rendimiento y expectativas provocaría desmotivación y devaluaría la formación profesional. Hace falta voluntad política para implantar la diversificación curricular y para aumentar la autonomía de los centros dotándoles de recursos para atender a la diversidad, a través de desdobles o clases de refuerzo.

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2. Estamos abiertos a debatirlo, pero desde el punto de vista pedagócico es más adecuado evaluar al final de cada ciclo (como se hace ahora) y no de cada curso porque permite a todos los alumnos adquirir los conocimientos a su propio ritmo. De todos modos, cuando se llega al suspenso, la repetición significa que las soluciones llegan tarde.

3. No, eso supondría volver a la situación anterior a la Ley de Educación de 1970 y poner bajo sospecha la cualificación profesional de los docentes, los sistemas de evaluación y el trabajo de los estudiantes. Cualquier tipo de reválida, lejos de garantizar un mejor nivel, supone un filtro con un componente social evidente y va en contra de dar una educación básica del mejor nivel para todos los estudiantes.

4. La selectividad actual ha fracasado, no sirve ni para medir conocimientos ni para ordenar el acceso a la Universidad. Hay que replantearse la prueba en profundidad, o suprimirla y cambiarla por un primer curso selectivo. Que cada universidad organizase sus pruebas de acceso iría en contra del concepto de distrito único e introduciría una casuística de admisiones perversa, porque cada centro elaboraría el examen de acuerdo a su oferta de plazas.

5. No hay ningún dato que avale la conveniencia de cambiar el sistema actual, lo que hace falta es reforzar las competencias de los equipos directivos. También es necesario cultivar una mayor participación y compromiso de las familias en los consejos escolares, que son los encargados de elegir democráticamente a los directores de los centros.

6. Más que reforzar, lo que hace falta es conseguir que la inspección educativa funcione y juegue su papel, lo que de momento no hace por falta de voluntad política o de valentía.

7. Por supuesto, si no se consigue un consenso amplio, y a ser posible un consenso total, será imposible que la ley funcione. Es necesario el apoyo del PSOE y de los políticos vascos y catalanes. Y tan importante como el consenso político para que la ley tenga continuidad es que se cuente con la comunidad educativa. Hasta el momento, el proceso de participación no ha sido más que una pantalla donde proyectar una falsa imagen de participación.

UGT

1. No, en absoluto. Sería dar enseñanza de calidad sólo a unos pocos, y con el resto se crearían guetos. Si se empieza por separar a los alumnos en aulas se acabará segregando por centros.

2. Se puede discutir, pero el fracaso escolar no se soluciona aumentando sin más el número de repeticiones, sino atendiendo debidamente a los alumnos que repiten.

3. Nos oponemos radicalmente. Una reválida cambiaría todo el sistema de evaluación continua, impondría una educación selectiva y crearía un grave problema social con los que no la aprobaran. Si se hace al final de la ESO desprestigiaría la FP.

4. No se deben hacer experimentos con la selectividad cada año. La caída demográfica hará que pronto sea innecesaria para optar a la mayoría de titulaciones, y para el resto bastaría con tener en cuenta la nota media de bachillerato. Nos opondremos a que cada universidad haga sus pruebas de acceso si no siguen criterios de dificultad comunes.

5. El claustro de profesores podría tener más peso en la elección, pero ésta debe ser siempre democrática. El problema es que socialmente no se reconoce la labor de los claustros.

6. Es absolutamente necesario garantizar un sistema homologable en todo el Estado. La inspección que se hace ahora es como si no existiera.

7. Si la ley no recibe el apoyo de la mayoría de grupos parlamentarios, fracasará, y las comunidades que no acepten la nueva ley encontrarán mecanismos para no aplicarla. Si el Gobierno no negocia el texto con los sindicatos y la comunidad educativa, provocará una confrontación social.

STES

1. No, en absoluto. Es antipedagógico segregar a los alumnos por sus conocimientos o sus expectativas. No se puede decir que se quiere revalorizar la FP y luego crear un itinerario específico para ella de menos valor que el de bachilerato.

2. Aumentar las repeticiones no soluciona nada, con dos veces es suficiente. Hay que hacer efectiva la atención a la diversidad.

3. No, sería desconfiar del sistema educativo y aumentar el estrés de los alumnos. Si se hace una reválida al final de la ESO sólo para entrar en bachillerato, se corre el riesgo de crear títulos diferentes.

4. No es válido que un alumno se quede fuera de la carrera elegida por unas décimas, sería mejor que hubiese un primer curso selectivo. Las facultades con mucha demanda deberían seleccionar a los alumnos en función de la media de bachillerato. Vemos muy complicado para los alumnos que cada universidad organice sus pruebas de acceso.

5. Sí, el sistema actual es un problema. La Administración burocratiza los centros. La preparación de los directores debería ser posterior a la obtención de puesto, para aumentar el número de candidatos. Hay que aumentar la representatividad en el consejo escolar de los padres y otros sectores.

6. No, están bien así. El sistema educativo debe ser homologable, pero no homogéneo. El Ministerio de Educación no debe entrometerse en las funciones de las consejerías.

7. El consenso político es bueno para que la ley no sufra con los cambios de Gobierno, pero no es imprescindible. Hasta el momento, el ministerio no ha soltado prenda sobre sus planes ante la comunidad educativa, sólo ha escuchado nuestras sugerencias, que ya sabía de antes.

CSI-CSIF

1. No, mantener a los alumnos unidos es un logro de los últimos tiempos. Si se hace algún tipo de separación deberá ser siempre en función de las materias de estudio que más interesan a cada alumno, y no de acuerdo a sus notas medias. Pero deberá darse un solo título y permitir el trasvase de una a otra modalidad. Hace falta reforzar el carácter orientador del sistema y la atención a la diversidad. Hoy día es inadmisible que se piense en clasificar a los alumnos por sus notas.

2. Sí, repetir curso favorecería la integración de los alumnos que van peor y favorecería la cohesión entre niveles.

3. No es necesario contrastar desde fuera la calidad del sistema, aunque no nos oponemos a un proceso selectivo posterior. La reválida sería aún peor si se hiciera al final de la ESO, traería una educación selectiva.

4. Las universidades tienen que seleccionar de alguna forma el número de alumnos que pueden admitir para garantizar su calidad, pero si organizan ellas sus exámenes deberán seguir pautas comunes y tener en cuenta la nota media de bachillerato.

5. Sí, el claustro debería tener un papel más activo, en la actualidad, el 60% de los directores los nombra la Administración por falta de candidatos. La acreditación para ser director debería darse a posteriori, para aumentar el número de candidatos.

6. Homogeneidad no significa uniformidad. La inspección educativa debe garantizar la libre movilidad de los alumnos y la convalidación de estudios, sobre todo de FP, entre comunidades.

7. El consenso político es importante, pero es necesario un pacto educativo en el que participe toda la comunidad. Somos partidarios de que la ley se trate en la mesa sectorial. En los contactos que hemos tenido con la Administración, en ningún caso nos han mostrado algún documento o borrador.

ANPE

1. Estamos de acuerdo si se separa a los alumnos a partir de los 14 años, porque hay que establecer algún sistema para atender a sus diferencias. Pero siempre que los itinerarios no sean muy rígidos y que sean escogidos voluntariamente por los alumnos. Los ritmos de trabajo de los alumnos no son iguales.

2. Si no han repetido nada antes, en la ESO está bien que puedan repetir uno o dos cursos (como ahora). Pero el paso automático de curso que se hace ahora puede perjudicar la escolaridad del alumno.

3. Si se mantiene la selectividad no hay por qué hacer una reválida. En secundaria no porque, si se ha evaluado de forma satisfactoria a los alumnos, se les debe dar el título. Tampoco se debe poner para pasar al bachillerato.

4. La selectividad se podría modificar, pero nadie propone nada mejor. Las pruebas no las debe organizar la universidad porque eso rompería la conexión con el instituto.

5. Sí. Creemos que debe participar más el claustro.

6. Sí, debería jugar un papel de garante del sistema para que exista una mayor cohesión entre toda España.

7. Deben buscar el consenso y contar con todos los sectores implicados, como los partidos, los sindicatos, las comunidades autónomas.

PADRES

1. Radicalmente en contra. No es conveniente ni para los segregados ni para los otros. La educación integral tiene que atender a los alumnos de forma individual, pero con los apoyos y compensaciones, no segregando.

CEAPA

2. Repetir curso no es el espíritu de la LOGSE. Si está estructurada en etapas es para permitir al alumno tener dos años para asentar los nuevos conocimientos. Y, si al cabo de esos dos años, no lo consigue, pues repite. Es un sistema más flexible. Y no tiene por qué aumentar el fracaso escolar, al contrario.

3. Si ya hay un sistema de evaluación no sé por qué se tiene que estar examinando al alumno constantemente. Estaría bien, sólo si de lo que se tratara con esto es de homologar el sistema con Europa, pero no parece ser el objetivo. Tampoco al finalizar el bachillerato. En todo caso, debería haber un buen equipo de orientación que aconsejara a las familias.

4. Siempre hemos dicho no a la selectividad. Pero ahora, si de lo que se tratara es de cambiarla por un sistema que no garantice la igualdad de oportunidades como lo hace el actual, es mejor dejarla tal y como está. No me atrevo a decir si es bueno o malo que las universidades hagan la prueba de acceso. Si nos explican el porqué de esto, pues lo entenderíamos. Nos tememos lo peor.

5. Creemos que debe ser un sistema completamente democrático. El director debe ser, además de una persona bien formada, un buen gestor y presentar un programa que sea votado y que cuente con la confianza de la comunidad educativa.

6. Sí, reforzarlas. La alta inspección debe intervenir y velar por que el sistema de las autonomías sea homologable, por el acceso a la universidad. Notamos su ausencia en algunos casos, pero, con ese control externo, los centros deben tener su autonomía.

7. Cualquier modificación o reforma del sistema educativo debe consensuarse con todas la asociaciones y ser objeto de debate previo porque hay que detectar lo que no funciona y ser capaces de elaborar alternativas. Hay que consensuar con las comunidades autónomas y con los partidos políticos, cuanto más consenso mejor, porque, si no, cada cambio de Gobierno modificaría el sistema educativo.

CONCAPA

1. Separar a los alumnos no es la mejor solución pedagógica. Hay que reforzar los departamentos de orientación para asesorar a los estudiantes y a las familias de sus posibilidades.

2. Estamos abiertos a discutirlo, pero más conveniente que aumentar el número de repeticiones sería unificar los criterios de evaluación en la ESO, para que no queden a expensas de la voluntad de los claustros. No se debe confundir la igualdad de oportunidades con la igualdad de resultados, pero tampoco se puede aumentar el número de repeticiones sin añadir medios y apoyo.

3. No nos lo hemos planteado. Lo que resulta necesario es potenciar el bachillerato español porque es uno de los más débiles y cortos de Europa. En dos años no da tiempo a corregir desviaciones en la formación de los alumnos. El mejor sistema de selección es contar con una enseñanza secundaria potente.

4. Es necesario cambiar la selectividad actual, porque no cumple su papel y no satisface ni a los profesores ni a los alumnos ni a sus padres; pero no somos partidarios de eliminarla. En algunos países es suficiente con la nota media de bachillerato. En los próximos años, con la implantación del distrito abierto, las universidades tendrán problemas para captar alumnos.

5. Sí. Con el sistema actual, en el que los centros son como empresas de las consejerías autonómicas, es lógico que sea la Administración quien elija a los directores. Pero si se decide dar mayor autonomía a los centros deberían ser autónomos del todo y dar más peso en la elección al claustro de profesores.

6. Sí, es necesario para que la ley se cumpla y no haya 17 sistemas educativos distintos.

7. La educación es un problema de Estado de los más importantes, así que cuanto más consenso haya con la ley, mejor. Además, es necesario que la ley se mantenga independientemente de quien gobierne. Agradecemos que el ministerio nos haya preguntado qué nos gustaría cambiar, pero no sabemos en qué medida atenderán nuestras opiniones y nos gustaría que nos consultaran acerca del borrador de la ley antes de que fuera enviado al Consejo Escolar de Estado.

PATRONALES

1. Es importante que los profesores atiendan a cada alumno según sea su situación y su capacidad. Si se crean itinerarios, no deben organizarse por el rendimiento o la capacidad de los alumnos, sino por sus expectativas personales. No deben ser caminos irreversibles y deben garantizar un título similar. Es imprescindible la orientación de los profesores y de un equipo profesional.

FERE

2. Somos contrarios a la promoción automática por el efecto negativo que tiene en los alumnos. Hay que poner un límite lógico al número de repeticiones, pero teniendo en cuenta que repetir en un momento adecuado es dar una oportunidad de recuperación importante.

3. Hemos recorrido muchos años sin la reválida y no nos ha ido mal. Es mejor un sistema de evaluación continua y acumulativa que refleje los progresos del alumno.

4. La selectividad actual provoca una tensión tremenda y no refleja el trabajo que se ha hecho durante años. Aunque sería complicado organizarlo, sería mejor que las universidades organizaran pruebas de acceso basadas en los conocimientos necesarios para cada titulación.

5. No nos afecta mucho, pero habría que preguntarse por qué un 60% de los directores son elegidos a dedo por la Administración.

6. Hay que reforzar todo lo que contribuya a estimular la innovación pedagógica. Los centros deben tener más autonomía para no impartir una educación monótona, tradicional y enconsertada.

7. El Gobierno debe hacer el máximo esfuerzo para conseguir el consenso político y lograr cuanto antes un pacto educativo nacional. Hasta ahora, las reuniones con el ministerio han servido exclusivamente para sondear nuestra opinión, es imprescindible que una norma que va a durar muchos años sea discutida en profundidad con los representantes de la comunidad educativa.

CECE

1. Sí, en el segundo ciclo de ESO, porque hay un 30% de alumnos que no quieren estar en secundaria y si no se les ofrecen itinerarios que les satisfagan, crearán problemas en los centros.

2. Lo que no se puede aceptar es el paso automático porque no motiva al alumnado y no se verifica la capacitación del chico. Por lo menos debe haber dos repeticiones.

3. Está bien que haya una prueba genérica o reválida. Para secundaria, sólo si es de comprobación, pero no para repetir. Es más importante que la haya para pasar a la universidad.

4. Debe haber una prueba en la que se primen las notas del instituto. La universidad hará esa prueba con más objetividad e independencia.

5. Por supuesto. El respeto entre iguales es difícil, se llega a la inhibición. Un director no actuará contra otro por temor a represalias futuras. Nombrar a los directores no vale. Podría haber un cuerpo especial de directores con responsabilidades y derechos.

6. Por lo menos que ejerza lo que puede, porque no lo ha hecho nunca.

7. Sería bonito el consenso, pero a veces predominan los criterios de partido sobre los objetivos.

ACADE

1. Defendemos la diversificación curricular y la atención a los diferentes niveles de los alumnos en determinadas materias dentro de un mismo aula. Estamos abiertos a la creación de itinerarios, pero siempre que sean los alumnos quienes escojan qué camino quieren seguir y se les den las máximas posibilidades para cambiar de un itinerario a otro.

2. Sí, y también creemos que es positiva para la motivación del alumnado la recuperación de los exámenes de septiembre. Además es necesario diversificar la enseñanza y mejorar la capacitación didáctica del profesorado.

3. Nadie va a estar de acuerdo con esa medida. Sería ir en contra de la concepción pedagógica de la LOGSE, no se puede parchear esta ley en aspectos tan fundamentales. La Ley de Calidad tiene que arreglar lo que falla, pero no puede resucitar sistemas de los años cincuenta. Hemos avanzado mucho y sabemos que es un disparate someter cuatro años de conocimiento a un examen final.

4. La selectividad es una prueba mal planteada porque crea muchos problemas a los profesores para una formación integral, convierte al bachillerato en dos años de adiestramiento para un examen. La prueba debería cambiarse para que mida la madurez del alumno. Las pruebas de acceso organizadas por cada universidad deberían tener criterios de acceso similares en todas las comunidades autónomas.

5. Nosotros no debemos entrar en ese tema.

6. Sí, algunas comunidades autónomas son reticentes, pero es necesario velar por que se imparten los contenidos mínimos en todo el territorio.

7. Una reforma educativa debe aprobarse con el máximo de consenso, pero es difícil precisar hasta dónde sin conocer lo que piensa la oposición. Es absolutamente indispensable que la ley sea consensuada con la comunidad educativa. Confiamos en que el ministerio nos vuelva a llamar, porque no es lo mismo hacer propuestas con un borrador de la ley delante que sin él.

ALUMNOS

1. No, estamos totalmente en contra. La solución al fracaso escolar no es segregar; al contrario, está demostrado que empeora los resultados académicos y dificulta la convivencia. Separar a los alumnos sería una medida reaccionaria que únicamente favorecería a los empresarios que buscan mano de obra poco cualificada y, por lo tanto, barata. Lo que hace falta es invertir más en la educación pública para reducir las ratio y organizar desdobles y clases de refuerzo.

SINDICATO DE ESTUDIANTES

2. Aumentar el número de repeticiones y de exámenes no solucionaría el fracaso escolar. El problema es la falta de motivación de los alumnos y la falta de recursos en los centros para atender a la diversidad.

3. Nos oponemos a este tipo de pruebas porque suponen añadir una criba más para acceder a la enseñanza superior. Creemos que el esfuerzo de los dos años de bachillerato ya establece una selección suficiente. Hay que crear tantas plazas de universidad y de ciclos formativos de grado superior como demanden los alumnos, porque hay muchas necesidades sociales que cubrir y no sobra ningún titulado.

4. Defendemos la supresión inmediata de la selectividad y el acceso a la carrera elegida en primera opción. El peligro de que cada universidad estableciera su propio examen de ingreso sería que los centros de prestigio pondrían pruebas más duras y los que nos las pasaran tendrían que resignarse a estudiar en universidades con menos prestigio y peor salida laboral.

5. Las medidas tomadas por el Gobierno del PP van en la línea de contar con un cuerpo de directores elegidos por la Administración. Nosotros preferimos que sigan siendo los consejos escolares quienes tengan la última palabra.

6. No hace falta reforzar, bastaría con que cumpliera su cometido. Sobre todo debería garantizar que los centros concertados cumplan con los mismos criterios que los públicos en cuanto a contenidos, matriculación de minorías o clases de religión.

7. El Gobierno debería discutir el borrador con todas las fuerzas políticas, pero no creemos que vaya a hacerlo. Hasta ahora sólo se han dirigido a los representantes de la comunidad educativa para intercambiar impresiones, no para anunciar sus planes. Si se amparan en la mayoría absoluta para aprobar la ley sin consenso, provocarán rechazo social y nuestra única salida serán las movilizaciones en la calle.

CES

1. Estamos a favor de la diversificación. No es necesario que la educación sea la misma para todos. No se puede pretender que todos los alumnos alcancen los mismos objetivos, la igualdad de oportunidades no significa igualdad de objetivos.

2. Claro, no es normal que un alumno que suspende reiteradamente pueda pasar de curso. La promoción automática altera el funcionamiento del grupo en el curso siguiente. Es bueno para el que repite para que no se sienta mal por no seguir el ritmo de la clase y por perjudicar el desarrollo del resto de la clase. No reduciría el fracaso escolar si no va acompañado de otras medidas.

3. No, para eso ya está la selectividad, y también estamos en contra de ella. En cuanto a poner una reválida al final de la ESO estamos abiertos a discutirlo, pero debería acompañarse de una campaña de dignificación de la FP, que no se toma muy en cuenta porque todo el mundo piensa en estudiar en la universidad.

4. Hay que eliminar la selectividad, pero creemos que esto no será posible hasta el año 2004. Hay que dotar de más medios a las universidades para que no tengan que limitar sus plazas. Es complicado que cada universidad organice un examen de ingreso y nos opondremos si en caso de no entrar en un centro te quedas en la calle o si hay que hacer un examen tras otro hasta encontrar una plaza.

5. Hay que dignificar la figura de director y potenciar sus competencias para que haya más candidatos y no sean elegidos a dedo por la Administración. Los alumnos deberían tener más peso en la elección de directores.

6. Sí, por supuesto, en algunas comunidades hay diferencias muy notables en la aplicación del sistema educativo y el ministerio hace un poco oídos sordos.

7. Es importante que la ley sea aprobada con el apoyo de la mayor parte del Congreso, pero sobre todo que sea consensuada con la comunidad educativa. Agradecemos que el ministerio nos haya pedido nuestra opinión, aunque nos pareció que andaban un poco desorientados y no tenían nada claro.

CANAE

1. No estamos de acuerdo con separar a los alumnos en diferentes itinerarios. A los estudiantes se les debe tratar en el aula en condiciones de igualdad. El método para favorecer la integración de minorías es introducir en los centros trabajadores sociales y nuevas figuras de profesorado.

2. Sí, sería una buena medida introducir la evaluación por cursos, y no por ciclos. Aumentaría la calidad de la educación y se reduciría el fracaso escolar porque se reforzarían los conocimientos. Debería eliminarse la promoción automática.

3. No, es un método desfasado, como cualquier otro método para tratar de seleccionar al alumnado. Tampoco creo que hacer una reválida al término de la ESO vaya a favorecer a los estudiantes.

4. Hay que eliminar la selectividad. Cualquier tipo de medida selectiva es en la actualidad innecesaria, porque en las universidades hay plazas de sobra. Sería perjudicial que las universidades organizasen sus propias pruebas de acceso. La entrada a la universidad debería ser libre o tener sólo en cuenta la nota media de bachillerato.

5. Sobre ese tema preferimos no opinar.

6. Sí, tienen que controlar que ningún centro infle las notas de sus alumnos, sobre todo si se quita la selectividad o se mantiene la actual ponderación en la nota final de esta prueba (60% la nota media de bachillerato y 40% la media en los exámenes de selectividad).

7. Sí, la ley debe consensuarse no sólo con la oposición, sino con los representantes de la comunidad educativa. Es necesario que discutan con las organizaciones el borrador final, y si puede ser antes, mejor.

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