El pensamiento de Marta Ferrusola
El día 20 de febrero hice unas manifestaciones sobre inmigración que han recibido abundantes críticas a través de los medios de comunicación. Yo misma, cuando las vi transcritas al día siguiente, comprendí que podían dar lugar, y así ha sido, a interpretaciones negativas y no coincidentes con mi pensamiento, y por esto hice una nota que vehiculé a través de una agencia de prensa.
Al día siguiente de esa nota se hizo referencia en los medios de forma muy discreta en algunos casos, más explícita en otros. Pero desde entonces, y durante 14 días, todo lo que se ha dicho y escrito sobre este tema se ha referido sólo a mis primeras declaraciones. Por tanto, me veo en la necesidad de insistir sobre cuál es mi verdadero pensamiento sobre este tema tal y como lo manifesté el día 21 de febrero:
'Desde hace muchos años he creído que ante un hecho inmigratorio la única política válida era la integración, y esto tanto desde un punto de vista social como humano. Por tanto, siempre he reclamado que nuestra sociedad fuese acogedora y diese un trato justo a la inmigración (teniendo presente que en este tema hay un gran peligro de marginación y de explotación). Un trato que, además, permitiese la promoción de las personas. De todas las personas. Siempre he pedido que se explicase bien a los recién llegados cuál es el país que les recibe, que se les facilitase la comprensión de qué es Cataluña. Y que toda nuestra sociedad actuase para hacer posible su incorporación, que todos tuviésemos claros nuestros deberes y nuestros derechos (humanos y cívicos) al respecto.
También he creído siempre que todo país -Cataluña también- tiene que procurar no perder su forma de ser. Y tiene derecho a ello. Pero que esto sólo es posible cuando la inmigración es muy grande, si la gente del país mantiene con convicción su propia identidad y, al mismo tiempo, la hace asequible a todos los habitantes, sea cual sea su origen.
En todo caso quiero dejar claro que con mis palabras no pretendía herir ninguna sensibilidad'.
Podría ser que hechos posteriores no vinculados a mis declaraciones hubiesen contribuido a crear un clima que ha facilitado que mi nota fuese dejada de lado. Y lo que sí ha pasado es que mi imagen y pensamiento se han asociado a la intolerancia y a la xenofobia. Le aseguro que me ha disgustado mucho recibir una imagen que no se corresponde con la que yo tengo de mí misma, ni con mi trayectoria personal, como pueden atestiguar las personas que me conocen.-
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