Defensa gastó 22 millones en el arreglo del piso de su director de viviendas para militares

El 11 de agosto pasado, un mes después de que Amat se hiciese cargo del organismo que gestiona las 36.000 casas militares que hay en España, el Invifas inició las gestiones para tramitar, por procedimiento de urgencia, el expediente de reforma de la vivienda que debería ocupar su nuevo director general.

Esta decisión se justificaba en base a 'una próxima resolución del subsecretario de Defensa', en virtud de la cual deberían quedar a disposición del mismo dos viviendas para uso de autoridades del ministerio.

Dicha disposición no se aprobó hasta el 25 de octubre, cuando el subsecretario declaró como pabellón de cargo un piso en el barrio madrileño de Argüelles. Para esa fecha ya se había adjudicado el concurso de reforma del inmueble y se tramitaba el destinado a amueblarlo.

La extraordinaria rapidez del procedimiento, reduciendo los plazos a la mitad, se justificó desde el Invifas por 'las indudables razones de interés público derivadas de la urgente necesidad de dicha vivienda'.

Amat, ex consejero de vivienda del Gobierno autonómico de Murcia, se había trasladado a Madrid para convertirse en director general de Defensa. Los emolumentos propios del cargo los complementa con su pertenencia al Consejo de Administración de la empresa pública Santa Bárbara.

Arquitecto de profesión, el propio Amat firmó el proyecto de reparación de la vivienda oficial que iba a ocupar, así como el preceptivo expediente y la aprobación del gasto. Su firma figura igualmente en la resolución, publicada en agosto pasado en el BOE, por la que se convocaba el concurso público para rehabilitar su casa, en la adjudicación de las obras e incluso en el contrato con la empresa adjudicataria.

El presupuesto inicial de la obra era de 15.042.901 pesetas e incluia la demolición de todo el interior del piso y su restauración completa, atendiendo a las necesidades familiares del director general. El concurso se adjudicó, en 12.743.750 pesetas, a la oferta más barata, presentada por la empresa Electrosur XXI. No osbtante, durante su ejecución, se aceptó un reformado por valor de 1.934.998 pesetas. A ello hay que sumar otras 300.339 pesetas a cuenta del arreglo del cuarto trastero. En total, la rehabilitación costó 14.979.087 pesetas con cargo al presupuesto del Invifas.

Ya en agosto, el organismo dirigido por Amat planteó la necesidad de que se adquirieran muebles y enseres para la vivienda de su director. Inicialmente se planteó que el propio Invifas sufragase también el mobiliario. Sin embargo, la citada resolución de 25 de octubre del subsecretario de Defensa determinó que dichos muebles fueran adquiridos, 'a propuesta del Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas, con cargo a los presupuestos de la Subsecretaría de Defensa'.

El expediente para comprar los muebles se había iniciado una semana antes y se tramitó con toda urgencia. La resolución por la que se convocaba el correspondiente concurso se publicó el 14 de noviembre, con un plazo extraordinariamente corto para presentar ofertas: de solo ocho días.

El importe total del concurso era de 7.490.650 pesetas. La empresa adjudicataria fue la única que se presentó, El Corte Inglés, por un total de 7.115.931 millones de pesetas.

El 23 de agosto del año pasado, casi tres meses antes de la convocatoria pública del concurso, El Corte Inglés elaboró para Rafael Amat un detallado presupuesto de amueblamiento del piso oficial que se le adjudicó el 25 de octubre. Incluía muebles para el salón comedor, cuarto de estar, cuatro dormitorios, entrada, etc.

En total, el arreglo del piso del director del Instituto de la Vivienda de las Fuerzas Armadas costó al presupuesto público 22.095.018 pesetas.

El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, aseguró ayer en Lisboa que la cesión de la vivienda a Amat se justifica 'por la responsabilidad de su cargo y por seguridad'.

Respecto al segundo punto, EL PAÍS ha evitado difundir la dirección del domicilio de este alto cargo. Pero ha visitado el inmueble, para verificar la información, y ha comprobado que se trata de un bloque de viviendas sin vigilancia especial y a varios kilómetros de distancia de su despacho oficial.