Los talibán afganos colocan cargas explosivas para destruir los Budas gigantes

El grupo árabe en la Unesco exigió ayer de los talibán 'la detención inmediata de las destrucciones masivas' de los monumentos budistas y pidió una fuerte movilización internacional para impedirlas, uniendo así la significativa voz del islam a la unánime condena mundial contra una operación sin precedentes. Una conferencia de embajadores de los 54 países de la Conferencia Islámica, celebrada en París, reiteró que actos de este tipo no pueden ser avalados por el islam. La indignación y la impotencia eran palpables entre especialistas en el arte de Asia central reunidos ayer en la Unesco, cuyo director general ha enviado una misión a Kabul, la capital afgana, para tratar de detener el desastre.

El coloquio entre especialistas se vio afectado por las noticias de que tropas talibán habían llenado de explosivos los nichos de los dos grandes budas de Bamiyan con la finalidad de completar la destrucción iniciada el día anterior con disparos de artillería pesada, blindados y armas automáticas. Sin embargo, se carece de noticias seguras sobre lo ocurrido. La misión de la Unesco aún no ha podido llegar a Kabul. El director general de la Unesco encargó el jueves a Pierre Lafrance -antiguo embajador de Francia en Pakistán- que se desplazara a Kabul, pero el enviado se encontraba ayer en Islamabad, a la espera de un avión de la ONU que pueda trasladarle a Kabul.

Versiones contradictorias

'Los budas de Bamiyan no han sido tocados hoy (por el viernes), pero los preparativos están hechos', dijo Abdul Salam Zaeef, el embajador del régimen de Kabul en Pakistán, uno de los pocos países que mantienen relaciones con los talibán.

La acumulación de armas de destrucción en las montañas de Bamiyan, a 125 kilómetros al oeste de Kabul, fue justificada por un oficial talibán a la agencia Afghan Islamic Press (AIP), citada por France Presse: 'No había otros medios' para destruir esas inmensas estatuas, dijo. Las dos forman parte de la imaginería preislámica cuya desaparición ha sido ordenada por el mulá Mohamed Omar, jefe supremo de los talibán. Uno de los budas de Bamiyan mide 55 metros de altura y fue esculpido en el siglo quinto de nuestra era; el otro, de 36 metros, procede del siglo tercero.

Por otro lado, fuentes talibán en Kabul afirmaron ayer a Reuters que se estaban usando morteros y cañones para destruir los dos budas gigantes, a pesar de las protestas internacionales. Un día después de que el movimiento radical islámico anunciara que había empezado a destruir las estatuas en el 90% de Afganistán bajo su control, un servicio de noticias afgano en Pakistán afirmó que los talibán estaban emplazando explosivos en torno a los monumentos para activarlos. 'Están usando todas las armas que poseen contra los budas', dijo un funcionario talibán en Kabul, que pidió no ser identificado. 'Se ha colocado pólvora y detonantes en la base de las estatuas'.

'Quiero creer que la movilización general conseguirá invertir este movimiento hacia el absurdo en el que se han metido las autoridades de Kabul', afirmó el director general de la Unesco, Koïchiro Matsura, a los participantes en la reunión sobre Asia Central.