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LA QUIEBRA DEL DIÁLOGO SOCIAL

Las centrales piden una reunión urgente con el presidente Aznar

Fracaso del encuentro de ayer con la patronal

El encuentro de ayer estaba ya fuera de plazo, al igual que el del miércoles. En él, Juan Jiménez Aguilar, secretario general de CEOE, analizó los márgenes de aproximación existentes con los responsables de acción sindical de UGT y CC OO, Antonio Ferrer y Fernando Puig.

Una vez que las centrales se mostraron dispuestas a 'potenciar' el contrato fijo de fomento de 1997, es decir, a ampliar los colectivos del contrato de fomento del empleo fijo (con despido de 33 días) por edad y situación en el paro, el objetivo era precisar medidas para reducir la temporalidad. En concreto, a través de una regulación más precisa del contrato de obra para que sea utilizado realmente para ese fin y la aplicación de la directiva europea con un coste más elevado para los temporales.

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Mayores dificultades aún presentó la búsqueda de un punto de encuentro en la regulación del contrato a tiempo parcial, donde la patronal defiende un cambio radical del modelo pactado en 1998 por el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, ya que a juicio de CEOE es excesivamente rígido. Para las centrales, las modificaciones deben hacer compatible la certeza del trabajador en el desarrollo de su prestación laboral y la distribución de la jornada con la flexibilidad que requieren las empresas, así como una diferenciación entre la jornada a tiempo parcial y a tiempo completo.

Rechazo final

La discusión de ayer no ofreció avances y la patronal rechazó las bases expuestas por los sindicatos para intentar unos puntos de encuentro que al menos no supusiesen el total fracaso de la negociación. A final de la reunión maratoniana de varias horas de duración, las posturas estaban como al principio. La CEOE mostró especial dureza en relación con el contrato a tiempo parcial, donde defiende eliminar el actual tope de jornada (el 77%) de la de convenio o, en su defecto, la legal, y no acepta que en el contrato del trabajador figure la distribución del horario que debe desarrollar. Tampoco admite subir las cotizaciones de los contratos temporales.

Antes del encuentro entre las partes, en un breve comunicado, la patronal aseguró que 'en un último esfuerzo para agotar las posibilidades de alcanzar un acuerdo, los agentes sociales mantuvieron ayer [el miércoles] reuniones que se prolongarán hoy [este jueves]', y que el resultado de dichos encuentros será comunicado al Gobierno.

El presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, declaró ayer en Valencia que, 'pese a que existen muchas dificultades, aún era posible' alcanzar un consenso. Para Cuevas, si no se logra el acuerdo 'siempre habrá una cierta sensación de fracaso', pero recalcó que en el ánimo de los empresarios estaba conseguirlo. Explicó el presidente de CEOE que sus negociadores han presentado 'todos los puntos de aproximación a las peticiones de los sindicatos'. Preguntado por la acusación de UGT de que el Gobierno y la patronal han pactado la ruptura del diálogo social para que el Ejecutivo legisle unilateralmente sobre la reforma laboral, Cuevas dijo que este sindicato 'intoxica y miente demasiado' y aseguró que lo esencial en las cuestiones que se debaten es 'un mayor empleo y de más calidad'.

El Gobierno se negó a esperar

La urgencia del Gobierno es tal que ha lanzado ultimatos a los interlocutores sociales antes de que llegase la fecha límite que patronal y sindicatos se habían dado, final de febrero, para dialogar. El pasado domingo, día 25 de febrero, ya les comunicaba que consideraba el proceso agotado, y que iba a legislar en este Consejo de Ministros. El Gabinete del PP no ha tenido tampoco en cuenta la demanda in extremis que le han planteado. Se produjo en la noche del miércoles, en medio del último intento de las centrales y la patronal para ver si había márgenes de aproximación. Los negociadores hablaron con el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, y con el titular de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, para pedirles que el Ejecutivo aplazase una semana la decisión del Consejo de Ministros. La respuesta fue un no rotundo y los ministros argumentaron que la negociación ha durado ya ocho meses y que no cabe lugar a prórrogas. Asimismo, aseguraron que el hecho de que el Ejecutivo apruebe una reforma laboral no debe afectar a que prosiga el diálogo social. Sin embargo ése no es el criterio de los sindicatos. CC OO afirmaba ayer en su periódico digital que las últimas declaraciones de miembros del Ejecutivo y 'la intervención del Gobierno viene a enrarecer más si cabe el diálogo'. Y el secretario general de UGT, Cándido Méndez, declaraba en Barcelona que la actuación unilateral del Ejecutivo provocará protestas y que el clima social se deteriore.

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