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Alemania levanta su veto a la venta de Santa Bárbara a la estadounidense General Dynamics

Miguel González

La batalla política por Santa Bárbara ha concluido, pero dejando heridas que tardarán en cicatrizar, según quienes han seguido la pugna mantenida durante más de diez meses por alemanes y norteamericanos.

Representantes de Krauss Maffei, la empresa propietaria de la patente del Leopard para España, se sentaron ayer con sus homólogos de la SEPI para reanudar las negociaciones sobre el acuerdo de protección de tecnología, que los germanos suspendieron unilateralmente el 31 de octubre. Sin este acuerdo, la nueva Santa Bárbara en manos norteamericanas no podría fabricar los 235 carros de combate que le ha encargado el Ejército español por más de 317.000 millones de pesetas.

Krauss Maffei dejó claro desde el principio que no podía firmar el acuerdo sin el visto bueno de las autoridades políticas de Berlín, pues la tecnología del Leopard pertenece al Ministerio de Defensa alemán. Este visto bueno es el que le ha dado recientemente el Gabinete de Gerhard Schröder y ha permitido la reanudación de las negociaciones.

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Debido a ello, General Dynamics ha prolongado indefinidamente la vigencia de su oferta por Santa Bárbara, que expiraba ayer tras la prórroga acordada a finales del año pasado.

El secretario de Estado de Defensa, Fernando Díez Moreno, se mostró ayer 'convencido' de que 'habrá un acuerdo muy pronto' para la venta de Santa Bárbara, informa Efe.

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'El acuerdo [sobre protección de tecnología] está pendiente de un tema de menor importancia y es muy posible que en un breve plazo se pueda llegar a firmarlo', agregó.

También el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, expresó ayer su confianza en que haya una solución 'muy próxima' para la venta de Santa Bárbara y 'coherente' con la relación privilegiada que España quiere mantener con EE UU.

Piqué, como anterior ministro de Industria, era el responsable de la SEPI cuando, el 12 de abril de 2000, adjudicó la compañía pública de armamento al gigante norteamericano en perjuicio del consorcio formado por Krauss Maffei y Rheinmetall.

Decisión en breve

Fuentes gubernamentales indicaron que el Consejo de Ministros tomará su decisión definitiva 'en breve', aunque reconocieron que los trámites pendientes -dictamen del Consejo Consultivo de Privatizaciones y de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos- demorarán unos días su formalización.

La versión alemana no es tan optimista y, quizá como reflejo del malestar provocado por la forma en que el Gobierno español ha llevado este asunto, fuentes diplomáticas germanas sugerían ayer que la delegación de Krauss Maffei que ha viajado a Madrid es de bajo nivel y carece de competencias para firmar ningún acuerdo.

El hecho de que General Dynamics fabrique el carro de combate Abrams, competidor del Leopard a nivel mundial, ha complicado extraordinariamente el acuerdo sobre protección de tecnología. Pero el problema de fondo es político.

El gigante estadounidense no oculta que su objetivo es convertir Santa Bárbara en cabeza de puente para entrar en el mercado europeo. Frente a ello, Schröder propuso a Aznar integrar Santa Bárbara en una empresa europea de armamento para el Ejército de Tierra, siguiendo el modelo que representa EADS en el campo aeronaútico. El presidente español accedió, en la cumbre bilateral de La Granja (Segovia) de septiembre del año pasado, a dejar la privatización en suspenso.

Sin embargo, la opción alemana se ha ido debilitando desde entonces debido, entre otros factores, a la pérdida de opciones para vender 1.000 carros de combate Leopard a Turquía, a las diferencias entre Krauss Maffei y Rheinmetall y al hecho de que el proyecto de crear una empresa europea de armamento no acabe de concretarse.

Por el contrario, las presiones de EE UU se han intensificado y la SEPI -cuyo presidente, Pedro Ferreras, apostó muy fuerte por la opción de General Dynamics- también ha movido sus bazas. El temor era que la compañía norteamericana retirase su oferta y Santa Bárbara se quedase compuesta y sin novio.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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