Francia prepara ayudas directas a los propietarios de reses

Cuarenta y ocho horas después de la firma solemne del Tratado de Niza, el Gobierno francés anunciará hoy un plan de ayudas directas a los ganaderos de su país afectados por la crisis, esto es, una cierta renacionalización de la política agrícola común. El hecho de que Bruselas haya fijado 'ciertas condiciones' para proceder a esas ayudas directas -variables según las situaciones y vinculadas a casos de pérdidas excepcionales- le permite abordar un plan nacional sin ser acusado de ilegalidad en el seno de la UE.

La crisis de las vacas locas ha hecho estallar cuarenta años de solidaridad de la política agrícola común. Francia, principal beneficiaria tradicional de la misma, contaba con los Quince para pagar la factura de las pérdidas sufridas por sus 270.000 explotaciones ganaderas desde el otoño pasado. La reunión de ministros de Agricultura, celebrada el lunes en Bruselas, dejó en evidencia la imposibilidad de un acuerdo.

Cólera creciente

Entre los grandes principios comunitarios y la realidad de una cólera creciente de 40.000 ganaderos del sector bovino -cuya agresividad ha obligado a suspender dos viajes electorales del primer ministro, Lionel Jospin, en una semana-, el Gobierno francés ha decidido arriesgarse a una solución en solitario.

'Lamentamos que la Unión Europea no pueda responder con ayudas comunitarias directas a las grandes dificultades que pesan sobre los ganaderos', declaró ayer el ministro francés de Agricultura, Jean Glavany, que no avanzó cifras de las ayudas directas. La federación de agricultores, mayoritaria en el sector, le ha advertido de que cualquier cantidad por debajo de 1.000 millones de francos (25.000 millones de pesetas) sería juzgada insuficiente.