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PEDIATRÍA

Los niños criados con leche materna tienen la tensión arterial más baja

La teoría no bien comprobada de que la nutrición en las primeras etapas de la vida influye en la tensión arterial en etapas posteriores ha recibido un espaldarazo con un estudio que publica la revista The Lancet. Lo que pone en evidencia este trabajo es que la lactancia materna se asocia con niveles más bajos de tensión arterial cuando los niños alcanzan los 13 y 16 años de edad.

Para verificar esta hipótesis, un equipo británico del Hospital Great Ormond Street de Londres, dirigido por Alul Singhal, midió la tensión arterial de 216 niños de entre 13 y 16 años pertenecientes a un grupo de 926 (el 23%) que habían nacido prematuramente, y que en el momento del nacimiento habían formado parte de dos estudios aleatorios sobre nutrición infantil que tuvieron lugar en cinco unidades de neonatología del Reino Unido.

Las dietas usadas en esos dos estudios fueron, en uno, leche materna (donada por las madres lactantes) comparada con una fórmula de leche maternizada para prematuros, y en el otro, la fórmula estándar comparada con la fórmula para prematuros.

La media de la tensión arterial baja o diastólica entre los 13 y los 16 años resultó ser inferior en los 66 niños a los que se había alimentado con leche materna, frente a los 64 niños a los que se había asignado la fórmula de leche maternizada para prematuros (81,9 milímetros de mercurio frente a 86,1 milímetros de mercurio). No se encontró, en cambio, ninguna diferencia en el grupo comparando la fórmula estándar con la de prematuros. La conclusión de los investigadores es que el consumo de leche materna en los niños prematuros está asociado con una tensión sanguínea más baja cuando crecen.

Riesgo para el corazón

'Hacen falta más estudios para afrontar el importantísimo tema de si los efectos no deseables del consumo de la fórmula para la tensión sanguínea se traducen en un riesgo significativamente mayor de enfermedad de corazón', afirma en un comentario adjunto al estudio Susan Roberts, del Centro de Investigación de la Nutrición Humana del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Roberts añade: 'La presión sanguínea es únicamente uno de los factores que influyen sobre la enfermedad cardiovascular, y se necesita información del efecto que tiene la fórmula a largo plazo sobre otros factores de riesgo conocidos, como los lípidos en sangre y la grasa corporal. Los datos procedentes de la mayoría, aunque no de todos, los estudios de observación de los niños no prematuros indican por lo general unos efectos adversos del consumo de la fórmula sobre otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, pero no hay mucha información disponible de las pruebas clínicas controladas'.

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