Greenpeace solicita a Aznar que impida por todos los medios inundar el pantano de Itoiz

El ingeniero de caminos, arquitecto, geólogo, consultor de la empresa Civiltec y autor de un informe que advierte sobre los riesgos catastróficos que Itoiz puede producir, Arturo Rebollo dice que sería una 'gran temeridad'.

Todos los partidos del Parlamento de Navarra, excepto UPN, han decidido convocar a Rebollo a una sesión de trabajo para que explique los detalles de su informe, realizado a petición de la coordinadora que se opone al proyecto.

El Tribunal Supremo, igualmente, tiene previsto tomar declaración a Arturo Rebollo. Quizás por todo ello, la asociación ecologista Greenpeace se ha dirigido por carta al presidente del Gobierno José María Aznar para pedirle que no permita el llenado del embalse.

Arturo Rebollo ofreció recientemente en Pamplona una conferencia que despertó gran expectación y a la que asistieron varios cientos de personas, entre ellas numerosos cargos públicos, alcaldes y concejales de las poblaciones afectadas.

Con más de cuarenta años de experiencia profesional, muchos de ellos como funcionario del Estado, Rebollo comenzó explicando que la composición geológica del valle sobre el que se levantan las dos presas y que atraviesan las aguas del río Irati, denominado flysch turbidítico, es 'absolutamente insólito' en España desde el punto de vista de la ingeniería civil.

El flysch, el gran problema para la seguridad del pantano, está constituido por una serie de capas geológicas especialmente calcáreas y arcillosas 'que son extraordinariamente plásticas al humedecerse', indicó.

'Esas capas, ignoradas en los primeros estudios de la obra, se han analizado después en seco y nadie ha evaluado los resultados de su empapamiento con semejante volumen de agua. A mi juicio, la inundación reproducirá forzosamente episodios gravísimos de deslizamiento', advirtió.

Perspectiva técnica

Toda la exposición del consultor de la empresa catalana Civiltec SA se ciñó a una perspectiva exclusivamente técnica, 'de geología aplicada a la ingeniería civil', según sus propias palabras, hasta el punto de que Arturo Rebollo aseguró que el modelo de presa clásica de gravedad construida en Itoiz 'no daría ningún problema en el río Duero, pero genera riesgos catastróficos en el lugar donde se ha levantado'.

Según dijo 'me he pateado repetidamente la zona y lo que se ve a simple vista es que los meandros del río son consecuencia de gigantescos deslizamientos de las laderas montañosas que han empujado el cauce hacia el otro lado del valle y ese fenómeno es absolutamente reciente, del final del periodo geológico cuaternario'.

Para elaborar su estudio, Rebollo manejó durante meses la documentación oficial sobre la obra, la cartografía del área y la información gráfica estereoscópica (visión en relieve del terreno) elaborada a partir de las imágenes aéreas tomadas por un helicóptero en diferentes estaciones.

'No sé cómo en estas décadas nadie ha visto lo que ocurre en la ladera sobre la que se asienta el estribo izquierdo de la presa', manifestó Rebollo en la conferencia. Las instituciones navarras, concretamente el Parlamento, quiere ahora conocer directamente y con más detalle sus conclusiones en una comisión de trabajo. También va a solicitar el material elaborado anteriormente por el geólogo de la Universidad de Zaragoza Antonio Casas.

Deslizamientos

Arturo Rebollo explicó 'que si se observa detenidamente se ve con claridad que ha sufrido hasta 19 deslizamientos sin trayectoria previsible ninguna. El apoyo de la presa en esa ladera', subrayó, 'es increíble e inexplicable porque esta totalmente quebrantada y no es apta'.

No obstante, el geólogo advirtió públicamente que el punto más débil del proyecto lo constituye la presa auxiliar, levantada en un pequeño collado a 80 metros sobre el nivel de fondo del embalse.

El agua empapará el flysch por debajo de la ladera y puede llegar, según la estimación técnica de este estudioso de la zona, a remover la pequeña presa auxiliar y hacerla caer al fondo del embalse generando un enorme escape de agua que pondría en riesgo la vida de miles de personas que habitan aguas abajo del Irati y el Ebro, además de pérdidas económicas.