Una exposición analiza el esplendor y las diferencias del románico gallego y portugués
Piezas de orfebrería, esculturas y fotografías detallan la evolución en ambos territorios
El arte románico en Galicia y Portugal -que de A Coruña viajará durante este año a Pontevedra, Lisboa y Oporto- consta de 60 piezas de orfebrería, manuscritos iluminados, esculturas y un centenar de fotografías de construcciones de cada territorio. Un ciclo de conferencias a cargo de los ocho especialistas completarán el panorama del románico gallego y portugués.
El impulso del románico fue un proceso paralelo en ambos territorios, 'pero los contextos históricos en que se desarrolló fueron dispares, y por lo tanto, también sus manifestaciones y su evolución posterior', según Carlos Valle, director del Museo de Pontevedra y uno de los comisarios de la exposición. En Galicia, el románico floreció al calor de la expansión del fenómeno jacobeo. De hecho, las primeras construcciones se vieron eclipsadas por el inicio, en el año 1075, de las obras de la catedral de Santiago. 'Aquí arranca quizás el momento más destacado de la historia de Galicia, cuando Santiago se convierte en referente del mundo cristiano y capital de hecho del reino de León. En esta época es cuando el románico se extiende por todo el territorio y se convierte en popular', añade Carlos Valle.
Independencia
El siglo XII fue en Portugal la época de su nacimiento como reino, 'y el románico es la expresión cultural de independencia del condado portugalés de León y de Galicia y de la reconquista hacia el sur', según el otro comisario de la muestra, Jorge Rodrigues, asesor de Bellas Artes de la Fundación Gulbenkian, que considera que la exposición significa, para Portugal, una reivindicación de un estilo 'que no ha sido suficientemente valorado en los últimos tiempos'. El esplendor del románico portugués declina cuando el conquistador de Lisboa a los musulmanes, Afonso I o Galego, cierra el ciclo de las catedrales lusas con la construcción de la lisboeta, en 1147. 'Al sur del Tajo prácticamente no hay construcciones románicas', señala Rodrigues.
El arte románico en Galicia y Portugal está estructurado en cuatro capítulos para cada territorio. El primero, dedicado a Galicia, a cargo del profesor Isidro Bango, analiza los primeros testimonios arquitectónicos del románico y culmina con el análisis pormenorizado de la catedral compostelana. El segundo está centrado en las artes figurativas antes de que, en 1150, el maestro Mateo inicie el Pórtico de la Gloria. El tercero se centra en el desarrollo de la arquitectura en la época de esplendor del románico, y el cuarto, en la cultura visual a partir del Pórtico de la Gloria.
Babelia
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