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AMÉRICA LATINA

La Fed alivia la deuda de la región

El parón de la economía de EE UU y la bajada de tipos en el país rebajan los costes de endeudamiento de América Latina e impulsan un crecimiento más equilibrado de la zona

Fernando Gualdoni

La desaceleración de la economía estadounidense y la bajada de los tipos de interés en ese país (dos veces en el mes de enero) serán beneficiosas para que el conjunto de América Latina crezca este año de forma más equilibrada, según CEPAL, el BBVA y Caja Madrid. Este año ya no habrá las diferencias que hubo en 2000, cuando México creció a un ritmo del 7% y Argentina se estancó y estuvo a punto de provocar una crisis que amenazó con desestabilizar Suramérica. La región crecerá ligeramente menos que el año pasado, pero la riqueza se distribuirá más equitativamente.

CEPAL sostiene que gracias a los cambios en EE UU, América Latina crecerá este año un 3,8%. Cifra que el BBVA eleva al 3,9% y que Caja Madrid rebaja al 3,6%. Las tres fuentes coinciden en las razones que impulsarán el crecimiento en la región: porque se abaratarán los costes financieros de la deuda externa, porque EE UU ejercerá una menor competencia por el ahorro externo y porque dará a los países latinoamericanos más libertad para dirigir sus políticas monetarias (Chile y Brasil ya han bajado sus tipos de interés). Aquellos países con tipos de cambio fijo con el dólar (Argentina, Ecuador, Panamá y El Salvador) se beneficiarán con un aumento de la competitividad de sus exportaciones.

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Hay un solo peligro de que todos estos beneficios desemboquen en una catástrofe para la región, y es que EE UU, en vez de sólo desacelerarse, es decir, crecer a un ritmo de entre el 2% y 2,5%, entre en recesión. Si esto sucede, entonces no sólo será América Latina la que esté con problemas, todo el mundo lo estará. Pero tanto los expertos de los tres estudios citados como la mayoría de los analistas internacionales no esperan que EE UU entre en recesión. Se prevé que la Reserva Federal (banco central) de EE UU, que ya rebajó un punto los tipos de interés, del 6,5% al 5,5%, en dos tramos en enero, reduzca otro medio punto a finales de marzo próximo para evitar que la economía se contraiga muy por debajo del crecimiento del 1,4% registrado en el último trimestre de 2000. Alan Greenspan, presidente de la Fed, afirmó la semana pasada que EE UU no está en recesión y que la economía se recuperará, aunque también reconoció que 2001 será bastante imprevisible.

'Los países latinoamericanos ya han comenzado a aprovechar la nueva coyuntura y han lanzado nuevas emisiones de bonos de deuda durante el pasado enero que han sido bien acogidos en el mercado', explica José Ramón Díez, director de estudios del Departamento de Economía Internacional de Caja Madrid. 'Con estas colocaciones, la región no debería tener problemas para cubrir sus necesidades de financiación para lo que resta del año', añade. Díez calculó que América Latina necesitará unos 125.000 millones de dólares este año para sus pagos externos.

El hecho de que la región pueda hacer frente a los pagos de sus vencimientos de deuda es el mayor beneficio que América Latina puede sacar de la actual situación de la economía estadounidense. En el último trimestre de 2000, la región se pegó su mayor susto desde la devaluación de la moneda brasileña (el real) en enero de 1999, cuando la crisis de confianza en Argentina amenazó con extenderse.

La tercera economía del área estuvo al borde de la quiebra a finales de 2000, hasta que el 19 de diciembre el presidente Fernando de la Rúa consiguió que el FMI y otras instituciones multilaterales de crédito le dieran 39.700 millones de dólares (España puso mil millones) para blindarse ante una posible fuga en estampida de capitales. El respaldo internacional sirvió para tranquilizar los ánimos y permitió a la región cerrar 2000 con un nuevo descenso de la inflación media (del 9% al 8,4%) y una corrección de los déficit fiscales (del 4,8% al 2,4%).

La situación para Argentina es ahora exactamente la opuesta que la de principios de 2000, cuando la confianza interna era muy alta tras el cambio de Gobierno y las externas se presentaban adversas por el alza del dólar y los altos tipos de interés.

El servicio de estudios del BBVA sostiene que 'la clave para el crecimiento de la economía argentina en 2001 es, justamente, la recuperación de la confianza interna', aquella que De la Rúa perdió casi totalmente poco después de asumir el poder y que definitivamente tocó fondo con el escándalo de corrupción en torno a la reforma laboral y la renuncia del vicepresidente Carlos Chacho Álvarez.

Las dos bajadas de los tipos de interés en EE UU han repercutido inmediatamente en Argentina al tener este país su economía dolarizada y carecer de política monetaria. Bajar los tipos en Argentina no está en manos del Gobierno, pero sí lo está la de beneficiarse de las mejoras de las condiciones para financiarse tanto externa como internamente. Argentina colocó recientemente en los mercados 700 millones de dólares en letras del Tesoro a un interés del 6,6% a tres meses, la tasa más baja en 20 meses y muy por debajo de la tasa del 12,5% que debió convalidar en plena crisis de finales de 2000.

México, por contra, será el país de la región que más sufra el parón de EE UU porque depende mucho de las compras e inversiones que haga su vecino del norte. Las exportaciones mexicanas con destino a EE UU representan el 30% del PIB y este intercambio, si se paraliza, supone una caída automática de 2,3 puntos de la tasa de crecimiento. Los estudios esperan que México crezca este año un 4%, tres puntos por debajo de 2000. El ministro de Economía mexicano, Luis Ernesto Derbez, aseguró que la 'desaceleración de EE UU no es tan preocupante como todo el mundo piensa' y que para México supondrá 'un primer trimestre difícil, que dará paso a un segundo en el que la economía del país se reactivará'.

El tirón de la demanda estadounidense fue uno de las dos factores clave en 2000 para el éxito mexicano, el otro fue el aumento del precio del petróleo. Se prevé que el precio del barril de crudo no supere este año los 30 dólares de media, como en 2000, por lo que lo se espera que ese 35% de ingresos fiscales que el Estado recibe de la petrolera Pemex represente en 2001 una suma bastante menor.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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