El 10,7% de las familias de la capital son pobres, según un informe

La renta per cápita media en Madrid es de 100.000 pesetas mensuales, una de las más altas de todo el Estado, junto a las de Baleares, Navarra y La Rioja, según los investigadores de Edis. Los pobres madrileños pertenecen a aquellas familias cuya renta per cápita es un 50% inferior a esa media, es decir, por debajo de las 50.000 pesetas mensuales.

Pero dentro de los 100.000 hogares pobres hay diferentes grados de necesidad. La mayoría (74.000) está en lo que los autores del estudio llaman nivel de precariedad, cuando la renta per cápita es de 35.000 a 49.000 pesetas mensuales. Otras 23.000 familias sufren lo que se conoce como pobreza 'moderada': de 25.000 a 35.000 pesetas al mes. Y, por último, se encuentra la pobreza severa que padecen 10.000 hogares cuyos ingresos mensuales por miembro son inferiores a las 25.000 pesetas.

Hay, además, 244.000 familias, con rentas per cápita de 49.000 a 75.000 pesetas mensuales, que los autores consideran cercanas al umbral de pobreza.

El informe, elaborado a partir de 5.444 entrevistas, destaca que la pobreza severa ha disminuido en los últimos 12 años en un 60%. No así la pobreza moderada que, tras alcanzar sus niveles más bajos en 1995, ha ido aumentando hasta superar la situación de hace una década. La mitad de estas familias con serios problemas para cubrir sus necesidades se concentra en seis distritos: Latina, Puente de Vallecas, Carabanchel, Fuencarral, San Blas y Villaverde.

Los investigadores destacan que la tasa de paro ha descendido en los últimos 12 años. En 1988, los desempleados suponían el 15,4% de la población activa, frente al 12,6% de 2000.

Pero la eventualidad laboral ha aumentado en ese mismo periodo, pasando del 14% al 22% de la población activa. En la actualidad, seis de cada 10 hogares tienen al menos dos miembros que ingresan dinero a fin de mes. El hogar medio está formado por tres personas, ya que, a pesar de las familias numerosas, hay cada vez más viviendas unipersonales y parejas sin hijos.

Los autores del estudio consideran que las necesidades sociales más graves (pobreza severa, analfabetismo, chabolismo...) han disminuido 'drásticamente' en Madrid en la última década. 'La situación económica y social de la inmensa mayoría de la población (aproximadamente un 80%) es buena y satisfactoria, e incluso para un sector importante (en torno al 23%) resulta muy próspera', añaden.

'Pero', matizan, 'como contrapartida se mantienen o incluso crecen los niveles de desigualdad económica y social: desigual reparto de bienes y también de problemas'.

La vivienda es uno de los mayores condicionantes económicos de los madrileños. Un 66% ya la tiene pagada, pero para el resto el abono del alquiler o la hipoteca supone un importante desembolso: un 29% paga al mes de 30.000 a 60.000 pesetas; otro 30% abona de 60.000 a 90.000 pesetas y el 22% abona cantidades superiores a las 90.000 pesetas. Sólo dos de cada 10 familias pagan rentas o hipotecas inferiores a las 30.000 pesetas; un 7,5%, de 10.000 a 30.000, y un 11%, menos de 10.000.

4.000 pisos sin agua o baño

Según el informe, en Madrid hay 4.000 pisos sin agua corriente, electricidad o aseo, en los que malviven 10.000 personas. La mayoría se encuentra en Puente de Vallecas, Usera y Centro. El estudio incide también en otros problemas sociales.

Así, unas 81.000 personas (el 2,8%) padecen alguna discapacidad, y 42.000 ciudadanos (el 1,4%) son enfermos crónicos. San Blas, Usera y Tetuán son los distritos con mayor porcentaje de discapacitados (un 4%). Tres de cada cuatro minusválidos tienen barreras arquitectónicas en sus viviendas.

La violencia doméstica, física y psíquica, afecta a unas 15.000 familias (el 1,5%). Los problemas de alcoholismo y otras toxicomanías y de delincuencia se dan en un 1% de los hogares. El analfabetismo absoluto se ha reducido en los últimos 12 años a la mitad, afectando ahora a 23.000 personas. El 70% de los analfabetos son mujeres.

En la actualidad, a los servicios sociales recurre el 11% de la población, que coincide con las personas en situación más precaria: mujeres, pensionistas, familias gitanas e inmigrantes.

Los servicios sociales más valorados por los encuestados son los comedores de ancianos, los centros de minusválidos y la ayuda a domicilio. Los internados de menores tutelados y los grupos de autoayuda en drogodependencias y ludopatías son los dispositivos menos valorados.

La mitad de los entrevistados considera que los ancianos que viven solos son el grupo de personas más necesitadas de ayuda, seguidos de los inmigrantes, las mujeres con cargas familiares no compartidas y los toxicómanos.