_
_
_
_
_
Entrevista:DOLORES ROMANO | PRESIDENTA DE GREENPEACE ESPAÑA

'Tenemos 74.000 socios que reclaman actuar'

Dolores Romano, de 35 años, ingeniera agrónoma, es desde el pasado fin de semana la nueva presidenta de Greenpeace España. Su elección cierra una crisis que, tras cumplir un año, concluye con la dimisión del histórico director ejecutivo Xavier Pastor.

Pregunta. ¿Qué va usted a hacer que no se haya hecho hasta ahora en Greenpeace?

Respuesta. La prioridad de la nueva junta es restablecer la normalidad interna, y el reto consiste en brindar participación a nuestros 74.000 socios. Mi impresión es que ya no quieren limitarse a pagar la cuota y a que la dirección haga las campañas, sino que reclaman actuar. Semejante número de socios es un potencial que ninguna organización ecologista tiene. Imaginemos que 74.000 socios envían al Gobierno cartas contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN) o insisten en sus familias para no usar PVC. El futuro pasa por fortalecer internamente la organización, para así potenciar las campañas.

P. ¿En qué acciones van a concentrarse?

R. A cortísimo plazo, seguiremos luchando contra la presa de Itoiz, donde incluso se nos ha expropiado una caseta que teníamos como símbolo. Oponernos a Itoiz significa oponernos al Plan Hidrológico Nacional. Y, en un plazo más amplio, trabajaremos contra el cambio climático y a favor de las energías renovables: vamos a potenciar el proyecto de una red de más de 100 escuelas solares, que funcionarían con paneles fotovoltaicos; esa energía incluso podría comercializarse. Hemos chocado con enormes trabas administrativas y con las eléctricas.

P. ¿Significa eso que Greenpeace girará al ecologismo puro, en detrimento de esa colaboración con ONG de desarrollo que pareció indicar el nombramiento de José María Mendiluce?

R. Greenpeace es una organización de acción ecologista. Pero seguiremos en campañas como las ligadas al antiarmamentismo.

P. ¿Volveremos a ver militantes de Greenpeace en acción contra el Tireless?

R. El Tireless es un ejemplo del despliegue militar y nuclear contra el que desde principios de los años noventa estamos en campaña: desarmar la mar sigue siendo un objetivo.

P. ¿Greenpeace España tiene algo propio que decir sobre los transgénicos o las vacas locas?

R. Son temas que por su gravedad deben ser debatidos a escala de Greenpeace Internacional. La seguridad alimentaria hay que abordarla desde múltiples campos.

P. ¿De verdad se han acabado los problemas internos?

R. Eso espero. Pero mentiría si dijese que cada uno vemos claramente lo que ha pasado: lo cierto es que se fueron mezclando problemas personales y organizativos; pero el proceso de diálogo ha salido, al final, positivamente.

P. Pastor tenía el proyecto de un gran centro en Calvià (Mallorca). ¿Seguirá adelante?

R. La parcela está comprada, y me parece un buen y arriesgado proyecto: un centro de formación de activistas y sede del equipo de acciones.

P. ¿Será Juantxto López de Uralde el nuevo director ejecutivo?

R. Hay rumores para todos los gustos, pero son eso, rumores. Juantxo es muy válido, pero aquí no se elige a nadie a dedo. Hemos abierto un proceso de selección, absolutamente transparente: el perfil de ese cargo requiere capacidad de gestión en oficina, y también dotes de liderazgo. Para mayo podemos tener nuevo director.

P. ¿Cómo entró usted en Greenpeace?

R. Fue en 1990. Había terminado la carrera en 1989 y hecho prácticas en Alemania. Al volver a mi pueblo, Alamillo, junto a Almadén (Ciudad Real), tuve que luchar contra una incineradora y un vertedero de residuos tóxicos. Así contacté con Greenpeace, con López de Uralde precisamente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_