El optimismo se extiende a los profesionales extranjeros

El vigésimo aniversario de Arco ha coincidido con una atmósfera de optimismo entre las galerías de arte extranjeras que, tras un ejercicio excepcionalmente bueno en el último año, afrontan esta edición con las mejores expectativas. David Fleiss, de la galería parisina 1900-2000, acude por primera vez a la feria madrileña y lo hace con mucha obra en pequeño formato de artistas como Picasso o Mondrian y fotografías de Brassai, Dora Maar o Man Ray. 'Las ventas en el 2000 han sido las mejores que he tenido en los diez últimos años', confiesa satisfecho Fleiss. 'Nosotros vendemos el 50% o 60% de la obra en ferias y creemos que en Arco nos va a ir muy bien'.

La galería alemana Gmuzynska es ya veterana en Arco y una de las que exhibe piezas más valiosas. Además de un matisse impresionante, traen la primera antropometría de Yves Klein. Mathias Rastorfer lo ve todavía más claro. 'Acabo de regresar de la feria de Palm Beach (EE UU) y he podido ver que el mercado del arte norteamericano para obras caras va por detrás del europeo'.

'Pienso que en este momento la actividad de las galerías, frente a las casas de subasta, es más importante que nunca. Se trata de tener a los mejores artistas al mejor precio, lo que quiere decir que no se vende obra mediocre ni se pagan precios inflados. En los años ochenta se compraba arte como inversión, sin medida. Hoy eso sólo lo hacen los jóvenes triunfadores con empresas de Internet y ellos prefieren el arte más contemporáneo, las nuevas tecnologías. Los buenos coleccionistas compran con más calma a los maestros del XX y no desequilibran el mercado', añade.

Karim Hoss, de la galería francesa Marwan Hoss, piensa también que el europeo en este momento 'es un mercado sano, con poca especulación'. Y además tenemos por primera vez cierta ventaja sobre el norteamericano, con una economía 'desacelerada' ante el nuevo Gobierno.

La galería italiana Torbandena se suma a este canto de entusiasmo. 'En la reciente feria de Bolonia vendí como nunca en mi vida. El secreto es no pedir demasiado, la gente no es boba. Es un momento muy bueno', afirma.

El Reino Unido, país invitado especial en esta edición de Arco, muestra un panorama muy amplio y no sólo está representado por las galerías más poderosas. René Gimpel, de Gimpel Fils, trae obra de jóvenes artistas, pero señala que en su país el mercado sigue estando dominado por las casas de subastas. 'El único juicio internacional en el arte es el del precio de la obra en el mercado. Tàpies y Chillida tienen peso en el Reino Unido, no porque sean dos maestros españoles, sino porque sus obras se venden bien en las subastas', indicó Gimpel.