La UPA afirma que los ganaderos son tratados como narcotraficantes

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) cuestionó ayer la forma en que los agentes adscritos al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) inspeccionan las explotaciones agrarias. El secretario de Ganadería de la UPA, Salvador Trujillo, afirmó que los guardias tratan a los ganaderos como a 'meros narcotraficantes' y que las labores del Seprona 'no pueden ir en detrimento del sector, que está perjudicado por la crisis'.

'Los ganaderos se sienten perseguidos', afirmó Salvador Trujillo. Éste abogó por que la Guardia Civil vea el problema generado por el mal de las vacas locas 'en su justa dimensión' y eviten 'criminalizar' al sector.

Asimismo, la UPA ha elaborado un calendario de movilizaciones, que comenzará el próximo 23 de febrero, con manifestaciones en todas las capitales andaluzas. Con las protestas pretenden exigir al Gobierno central que asuma el problema de las vacas locas como 'una cuestión de Estado' y elabore un plan de choque que incluya ayudas directas para los ganaderos afectados.

En las reivindicaciones de esta organización agraria también están indemnizaciones por el sacrificio de animales afectados y que la Administración compre los animales mayores de 30 meses, además de asumir el coste total de la retirada de los materiales específicos de riesgo (MER) y el etiquetado 'riguroso'.

José Luis Gutiérrez reclamó un mayor esfuerzo en las investigaciones sobre el mal de las vacas locas y criticó al director del Laboratorio Nacional de Referencia de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EBB), Juan José Badiola, por 'llevar la voz cantante' de un grupo de 'científicos parlantes'. Gutiérrez apuntó que el sector ganadero es la 'víctima' de la crisis, con pérdidas de 10.000 millones de pesetas en Andalucía.