Los laboristas israelíes tratan de conseguir 200.000 votos en tres días

Los laboristas de Ehud Barak iniciaron ayer una gran batalla electoral para conseguir, antes del martes, día de las elecciones a primer ministro, los 200.000 votos que les separan del candidato de la oposición Likud, el nacionalista Ariel Sharon. Para los laboristas se trata de dar la batalla más corta y difícil de la historia electoral del país, ya que se trata de superar, en sólo tres días escasos, los 17 a 22 puntos que les alejan de la derecha, según se desprende de los sondeos publicados ayer en la prensa local.

Obedeciendo la orden de movilización general, decretada tras la decisión de Ehud Barak de permanecer al frente de la candidatura a las elecciones, la propaganda laborista irrumpió ayer con fuerza en todas las ciudades de Israel, especialmente en Jerusalén y Tel Aviv, donde en los últimos días sólo se habían visto carteles de la derecha nacionalista y sólo se escuchaba el discurso Likud.

Coincidiendo con el inicio de la campaña laborista, el primer ministro, Ehud Barak, difundió desde el Gobierno un comunicado en el que propugna 'la separación física entre palestinos e israelíes', para evitar el goteo de muertos y atentados como los perpetrados en las últimas horas, que han costado la vida de un colono, y poner así fin a una Intifada que se acerca ya a las 400 víctimas.

Mientras, el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, pidió ayer formalmente a España que se incorpore como 'un tercer actor' al proceso de paz en Oriente Próximo para cubrir el vacío causado por la transición en la presidencia de Estados Unidos, sin ánimo de sustituir a la superpotencia pero sí con el de complimentar su papel, informa Peru Egurbide.

En una carta fechada a 31 de enero que el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, recibió ayer, Nabil Shaat, ministro palestino de Planificación y Cooperación Internacional, brazo derecho de Arafat en el proceso de paz, tras exponer que la situación sigue siendo trágica y que 'la invasión israelí' no ha remitido, explica que 'España es una parte digna de confianza que puede jugar el papel [de tercer actor]'.