El vendaval arrasa los invernaderos de Villa del Prado y causa pérdidas de 1.000 millones

'Parece que por aquí [Villa del Prado] ha pasado un huracán. El viento ha dejado a muchos agricultores en la ruina de la noche a la mañana. Las huertas han amanecido hoy [por ayer] destrozadas, como si las hubieran bombardeado. La situación es catastrófica', explica Lucio Domínguez, de 39 años, presidente de la Asociación de Horticultores de Villa del Prado, que no recuerda otro desastre similar en su vida de agricultor. 'Hace cuatro años pasó por aquí un ciclón, pero hizo menos daño que este vendaval. Los vientos han arrancado de cuajo los plásticos de los invernaderos y las estructuras metálicas que los sostenían. Han convertido esas estructuras en amasijos de hierro', añade.

El 40% de los 4.000 habitantes de Villa del Prado vive de la agricultura. Unos 700.000 metros cuadrados del término municipal son invernaderos. 'Más del 80% de los huertos han sufrido destrozos. Si la instalación de un metro cuadrado de invernadero cuesta 3.000 pesetas, eche números... ¡Nos salen 1.000 millones de pesetas largos!', añadió Domínguez. Algunos de los agricultores carecen de un seguro que cubra los destrozos que ha sufrido su parcela. 'Éstos tendrán que pedir créditos sólo para arreglar lo que se ha llevado el viento. Luego tendrán que solicitar más dinero para sembrar y empezar de cero', lamentó el presidente de los horticultores.

Luis Daniel García, sus dos hermanos y su padre trataban de reparar ayer los destrozos sufridos en su parcela. Recorrían la tierra recogiendo plástico hecho jirones y trataban de desenredar el nudo de barras metálicas en el que se había convertido su invernadero. 'Podemos tirarlo todo a la basura. Hemos perdido la cosecha y mucho dinero. Esto es la ruina para la familia'. Luis Daniel y otros miembros de la Asociación de Horticultores pedirán ayudas económicas a la Dirección General de Agricultura de la Comunidad para salvar su negocio.

Los cultivos de puerros, repollos, cebolletas y acelgas plantadas en septiembre se han perdido. La siembra de pepinos y tomates, que está prevista para febrero, deberá retrasarse hasta que concluya la reconstrucción de los invernaderos.

Las fuertes rachas de viento también afectaron a las carreteras de la sierra. La Dirección General de Tráfico (DGT) cortó el paso de vehículos en el alto de Navacerrada por las fuertes rachas de viento durante una hora (entre las once y las doce de ayer). Además, la nieve obligó al uso de cadenas en cuatro puertos de montaña de la Comunidad: Navafría, la Morcuera, Canencia y Cotos. En la tarde de ayer el uso de cadenas era necesario en dos de ellos (Navafría y Cotos).

En numerosas localidades del oeste de la región el vendaval derribó tejas y otros elementos arquitectónicos, así como carteles publicitarios, ramas de árboles y demás. Los bomberos se vieron obligados a realizar más de un centenar de salidas.

La previsión meteorológica para las próximas horas en la región contempla poca nubosidad en general, excepto en la sierra, donde estará parcialmente nuboso, se formarán nieblas y se podrían registrar algunas precipitaciones débiles y dispersas, que serían de nieve a partir de los 900-1.000 metros. Bajarán algo las temperaturas nocturnas y tenderán a subir las diurnas. Pero el viento soplará con carácter moderado y de componente norte.