El PSOE propone un plan para mejorar las clases de matemáticas, lengua e inglés

La propuesta socialista promueve además cambios en la evaluación, en las repeticiones de curso y en la representación de las comunidades autónomas en algunos organismos educativos. Propone la evaluación por cursos y no por ciclos (formados por dos cursos), como se hace ahora, y la posibilidad de repetir cualquier curso (ahora sólo se puede el último de cada ciclo).

- División de los alumnos. Los centros que imparten la educación secundaria obligatoria (ESO) contarán con los profesores necesarios para dividir las clases en dos grupos de 10 o 12 alumnos cada uno una vez por semana en 3º y 4º de ESO para las materias de matemáticas, lengua, idioma extranjero y en las prácticas de las materias experimentales como sistema de organizar grupos de refuerzo en las áreas de matemáticas y lengua.

El objetivo de estos grupos de refuerzo es repasar la materia aprendida durante la semana y despejar las dudas de los alumnos de forma individualizada para aumentar la calidad de la enseña de estas materias. La selección de alumnos se hará de forma aleatoria y no según criterios de rendimiento para evitar cualquier clasificación y discriminación.

- Evaluación y promoción. En primaria, para que los alumnos pasen a secundaria deben haber alcanzado los objetivos asignados a primaria, evitándose en caso contrario la promoción automática. A los alumnos que no los hayan aprobado se les mantendrá un curso más en 6º de primaria para evitar el fracaso en la ESO, siempre que no hayan repetido curso anteriormente, y se les dará un apoyo adicional.

En la ESO, la promoción automática exigirá que el alumno supere necesariamente determinadas materias instrumentales y la evaluación se realizará por curso. Actualmente los alumnos pasan de curso automáticamente hasta el final de cada ciclo y la evaluación se realiza por ciclo.

Para evitar un excesivo desfase entre las edades de los alumnos de un mismo curso, la repetición de curso se mantendrá como ahora: en la ESO se fija en dos veces, en el caso de alumnos que hayan repetido una vez en primaria, y en tres, si el estudiante no lo hizo. La intención del PP es aumentar con la Ley de Calidad este número de repeticiones.

- Programas contra el fracaso.

- Diversificación curricular. Todos los centros que imparten la educación secundaria obligatoria sostenidos con fondos públicos deberán ofrecer programas de diversificación curricular. Éstos están dirigidos a los alumnos de 16 años que aún están cursando la ESO. Actualmente, la mayoría de los centros concertados no cuenta con estos programas, por lo que los alumnos tienen que ser desviados a los públicos.

Los estudiantes de estos programas son seleccionados por el equipo de orientación del centro para estudiar en aulas específicas de pocos alumnos en las que se les enseñan sólo los conocimientos básicos de la etapa. Obtienen Graduado en Educación Secundaria, pudiendo después acceder a la FP o al bachillerato.

- Garantía social. Se ampliarán los programas de garantía social. Este sistema consiste en que los alumnos que tengan 16 años, vayan tan retrasados como para no poder obtener el graduado en educación secundaria y no quieran seguir estudiando reciban clase sobre las materias básicas y talleres para aprender una profesión (como peluquería, fontanería o mecánica del automóvil) que facilite su integración laboral. Son impartidos por maestros y maestros de taller y no conducen a la obtención del título de graduado en educación secundaria. Reciben una acreditación de haberlos cursado.

- Departamentos de orientación. Se reforzarán con la incorporación de nuevos profesionales: trabajadores sociales, mediadores juveniles y personal sanitario.

- Optativas. Los centros podrán flexibilizar la oferta de optativas en 3º y 4º de ESO, que ahora se hace por bloques, para permitir a la elección de optativas sueltas.

- Educación especial. Las administraciones establecerán, según las normas de admisión de alumnos, el porcentaje de plazas que debe reservar cada centro para atender la demanda de alumnos con necesidades educativas especiales, a fin de propiciar una escolarización equilibrada en los centros docentes públicos y concertados de una misma zona.

- Inmigración. Las administraciones crearán aulas de adaptación lingüística para facilitar la inserción, en las que puedan permanecer un periodo de tiempo flexible los alumnos inmigrantes para adaptarse al sistema educativo español y facilitar su integración posterior en los colegios.

- Profesorado. Se incrementará el número de profesores por centro para hacer posible las divisiones semanales de las clases. Las administraciones establecerán un nuevo marco de incentivos para los profesores, basado en la valoración de la práctica docente, el trabajo en equipo y la participación en proyectos de innovación. Se impulsará además la profesionalización de la dirección de los centros públicos, se crearán más incentivos, más competencias y el reconocimiento de su autoridad.

- Autonomía de los centros. Se fomentará en dos aspectos: la gestión económica y la autonomía curricular. El objetivo es permitir que los centros presenten un presupuesto de necesidades a las administraciones y no se vean limitados, como ahora, al que éstas les otorguen sin tener en cuenta sus objetivos y programas.

- Comunidades autónomas. Las comunidades autónomas, como responsables últimas de ejecutar las medidas educativas, entrarán a formar parte del Consejo Escolar del Estado para permitir que participen en sus iniciativas, así como del Instituto Nacional de Diseño Curricular para que puedan intervenir en los futuros diseños de las enseñanzas mínimas de la primaria y secundaria.

- Administraciones locales. Se dotará a los ayuntamientos de mayor capacidad de gestión y coordinación de los recursos educativos para la escolarización, el mantenimiento de los centros, la coordinación de actividades extraescolares y el tramo de 0 a 3 años de la educación infantil con el fin promocionar esta etapa no obligatoria de la educación y crear una amplia red pública.