Los inmigrantes exigen papeles para todos los encerrados y rechazan la oferta del Gobierno

Un primer paso, pero aún insuficiente. Así valoran los 330 inmigrantes que se encuentran en huelga de hambre en Barcelona la propuesta de la Delegación del Gobierno de revisar entre 12.000 y 15.000 expedientes, de los 80.000 que se revisarán en toda España, de personas a las que se denegó inicialmente el permiso de trabajo y residencia. Los inmigrantes, encerrados en tres iglesias de la ciudad, decidieron ayer continuar la huelga. Mientras tanto, los desfallecimientos entre los huelguistas son cada vez más frecuentes. Ayer tuvieron que ser evacuados cinco de ellos.

La reunión entre los representantes de los encerrados y de la Delegación del Gobierno se produjo en medio de una gran expectación. El miércoles, los inmigrantes habían anunciado que si percibían voluntad de diálogo por parte de la Administración central, abandonarían la huelga de hambre y el encierro en tres iglesias de la ciudad. Pero no fue así.

La propuesta presentada por la Delegación del Gobierno incluye revisar los expedientes de 'entre 12.000 y 15.000 inmigrantes' de los 34.000 que no consiguieron regularizar su situación en Cataluña en el proceso extraordinario que finalizó en julio. Esta propuesta se enmarca dentro de la repesca anunciada por el Ministerio del Interior el pasado mes de diciembre y que consiste en regularizar a los inmigrantes que no pudieron acreditar documentalmente su presencia en España antes del 1 de julio de 1999.

Asimismo, y como ya propuso la Generalitat, la Delegación del Gobierno en Barcelona pedirá al Gobierno central que se regularice a otros 3.000 inmigrantes de Barcelona a los que les fue denegada su petición porque, si bien acreditaron su presencia en España antes del 1 de junio de 1999, no presentaron una petición de residencia previa antes del 31 de marzo de 2000. Pero el Gobierno se niega a regularizar de antemano a todos los encerrados en las tres iglesias e insiste en que sólo dará el permiso de trabajo y residencia a aquellos que cumplan los requisitos.

Lectura amplia

El subdelegado David Bonet comunicó también a los inmigrantes que si deponen su actitud trasladará al Gobierno central una petición para que el decreto que debe fijar los criterios por los que se rige la revisión prevista en la Ley de Extranjería 'se efectúe de la manera más amplia posible'. Sin embargo, los inmigrantes rechazaron inicialmente estas propuestas y pidieron la regularización de todos los que que se encuentran en huelga de hambre.

Al margen de la reunión en la Delegación del Gobierno, la protesta de los inmigrantes se amplió ayer a una tercera iglesia, la del Carme, donde se encerraron cerca de 50 personas. Tanto los locales de la parroquia de Sant Agustí, como sobre todo los de la iglesia del Pi se encuentran colapsados por el elevado número de personas que se solidarizan con los huelguistas e intentan encerrarse junto a ellos. Además, las escenas de tensión se han hecho habituales en las puertas de los tres templos, donde se acercan muchos amigos y familiares de los huelguistas solicitando entrar a ver a sus allegados. 'Dentro ya no cabe nadie más', decía ayer una de las responsables de la plataforma Papeles para Todos que montaba guardia ante la puerta de la iglesia del Pi.

Pero además de los problemas de organización, el hambre ya está causando estragos entre los huelguistas. Durante el sexto día de la protesta y tras más de 120 horas sin comer, cinco de los inmigrantes tuvieron que ser trasladados ayer al hospital del Mar víctimas de desfallecimientos repentinos. Además, un equipo de médicos vela dentro de las iglesias para atender a los casos menos graves. Los médicos dan instrucciones a los huelguistas constantemente. No fumar, descansar e ingerir grandes cantidades de agua con azúcar son los consejos principales, aunque no siempre son seguidos. Las horas pasan lentamente y muchos aprovechan las horas de luz para salir al patio de la iglesia del Pi para charlar, fumar e incluso rezar.

La protesta se agudizará hoy a las 19.00 horas con la manifestación convocada por la plataforma Papeles para Todos ante la Delegación del Gobierno.