Los forenses del 'caso Raval' avalan la posibilidad de abusos sexuales

Los médicos que examinaron a los menores víctimas del caso Raval, de supuesta pederastia, declararon ayer ante el tribunal que los niños les explicaron que habían sufrido abusos sexuales cometidos por los pedófilos que se sientan en el banquillo, si bien sólo en uno de los reconocimientos realizados se pudo constatar este hecho de manera clara. 'Una violación no tiene por qué dejar señales', afirmó el pediatra Jordi Pou, coordinador de la unidad de abusos del hospital infantil de Sant Joan de Déu, quien explicó también que en algunos casos el tiempo puede borrar los desgarros producidos por la agresión. En este sentido, Pou expuso que desde la creación de esta unidad, en 1992, ha atendido a más de 1.700 niños y que sólo en el 47% de los casos se ha podido demostrar médicamente la existencia de abusos sexuales.

En el caso del menor O., cuyos padres se sientan en el banquillo acusados de haberlo alquilado, Pou aseguró haberle apreciado 'fisuras profundas' en el ano y una alteración de los pliegues de esta parte del cuerpo. Pou descartó, en contra de la sugerencia de la defensa, que estos desgarros se hubiesen producido por una caída en la práctica de artes marciales.

En la sesión de ayer declaró finalmente como testigo el menor I., de quien el principal acusado, Xavier Tamarit, aseguró sentirse 'profundamente enamorado'. La declaración se efectuó a puerta cerrada, pero fuentes judiciales explicaron que el menor, que ahora tiene 16 años, relató que fue fotografiado desnudo por el acusado.