Nos falta la Renfe

Los usuarios habituales del transporte público colectivo de Barcelona y su región metropolitana ya tienen la oportunidad de hacer sus desplazamientos diarios utilizando diversos sistemas de transporte pagando una sola vez. El sistema de billete único entró en vigor el pasado 1 de enero y a él se van sumando los diferentes títulos de transporte y todos los operadores de la región metropolitana de Barcelona con el objetivo de finalizar el proceso a finales del mes de junio.

La integración tarifaria es probablemente una de las actuaciones en materia de transporte público que contribuirá más a transformar el mapa de movilidad en el futuro porque representa un paso más hacia la configuración de una red unificada y beneficia especialmente a los ciudadanos y ciudadanas de las zonas donde aún está instalada la cultura del vehículo privado.

Pero la integración tarifaria, que supone ahorros en los desplazamientos en transporte público colectivo, es una medida realmente efectiva si incluye a todos los operadores y, por ahora, nos falta Renfe.

La empresa ferroviaria estatal realiza unos 90 millones de viajes en su red de cercanías de Barcelona, es la que más pasajeros puede integrar en el sistema porque opera en zonas de poca utilización del transporte público y representa una de las piezas más importantes del puzzle del transporte público sin la cual la integración tarifaria resulta incompleta y, por lo tanto, resta eficacia a la medida.

Renfe se ha comprometido a participar en el sistema de integración tarifaria sólo en 22 estaciones que ni tan sólo cubren el espacio más cercano a la ciudad de Barcelona, puesto que ciudades metropolitanas de gran movilidad con la capital catalana como Sant Feliu de Llobregat, Viladecans, Gavà o Castelldefels quedan fuera de los planes de esta compañía. Esto es grave pero aún lo es más que el sistema de billete único no se extienda a toda su red de cercanías, por tanto, hasta los municipios cabeceras de las cuatro líneas de cercanías (El Vendrell, Igualada, Manresa, Vic y Maçanet de la Selva).

La no incorporación total de Renfe a la integración tarifaria se trata de una decisión política que, de no corregirse, discriminará a miles de ciudadanos y ciudadanas. Una decisión que debe tomar Renfe o, dado el carácter público de la empresa, el Ministerio de Fomento, que es el que marca sus directrices y el que ha decidido la integración en el sistema de transporte público de otras conurbaciones españolas.

No es admisible ni desde la ciudad de Barcelona, ni desde los municipios de la región metropolitana que Renfe quede fuera del sistema integrado. Esperamos que la decisión se tome de forma rápida y urgente para que, antes del 30 de junio, tal como prevé la Autoridad del Transporte Metropolitano, toda la red de transporte público colectivo de la región metropolitana de Barcelona esté integrada. En todo caso, existe una alternativa: la transferencia a la Autoridad del Transporte Metropolitano de la gestión de este servicio ferroviario.

Xavier Casas i Masjoan es primer teniente de alcalde de Barcelona y vicepresidente de ATM.