El Gobierno ahorra en el tren convencional y carreteras lo que invierte en el AVE
Germà Bel, diputado socialista en el Congreso, que es quien ha analizado las respuestas del Gobierno sobre las inversiones en Cataluña, cree que el porcentaje final subirá ligeramente cuando se disponga de los datos cerrados a 31 de diciembre, 'pero nunca llegará al ciento por ciento porque en realidad el Gobierno está cuadrando los presupuestos a base de ahorrar en inversión'.
De momento y con las cifras disponibles caen dos conclusiones, afirma: la primera es que las inversiones comprometidas para el año 2000 (68.858 millones de pesetas) no llevan camino de cumplirse; la segunda, que los presupuestos de 2001 pueden ir peor porque no sólo no suben, sino que bajan respecto a las cantidades del pasado año y se quedan en 57.500 millones.
Los socialistas han trabajado siempre con datos de 'obligaciones contraídas'. Lo que en el argot administrativo llaman 'obras con o.c.'. Se trata de obras licitadas, adjudicadas y con el contrato firmado entre el Gobierno y el constructor, porque una obra licitada puede quedar desierta e incluso después de adjudicada puede acabar por no hacerse por múltiples motivos. Los datos al respecto señalan que de la previsión a la concreción hay un gran trecho. En números redondos, el Gobierno sólo se ha comprometido de verdad a pagar una peseta por cada tres presupuestadas (el 37,5%).
El desglose territorial muestra profundas diferencias. Mientras que en la provincia de Barcelona el porcentaje de obras en marcha alcanza el 40,6% y en la de Girona se llega al 43,8%, en Tarragona el porcentaje es sólo el 11,7% y en Lleida el 28,5%.
El análisis realizado por los socialistas afecta a un total de 49.055 millones de pesetas sobre los 68.852 millones de inversión presupuestada. Es decir, es un estudio sobre el 70% de las inversiones del Gobierno central en Cataluña. 'Entendemos que las cifras son extrapolables a la totalidad', explicó Bel, porque 'empezamos a trabajar con 84 obras y ahora andamos ya en 91 y los resultados son constantes, con una ligera tendencia a la baja'.
Los socialistas hicieron las preguntas en octubre, pero el Gobierno dispone de seis semanas para responder, aunque algunas respuestas aún no han llegado. 'Esto nos impide controlar la totalidad de las inversiones previstas y realizadas;el 77,2% es una muestra más que representativa', añadió Germà Bel, antes de asegurar que ya se ha solicitado la totalidad de la información referida a 31 de diciembre. 'Los resultados serán un poco más favorables al Gobierno, pero no mucho', dijo el diputado del PSC.
El estudio fue abordado con un primer objetivo: controlar la actuación del Gobierno, pero también desde el convencimiento de que éste no iba a cumplir; primero, para ahorrar, y segundo, porque la tendencia al centralismo del PP lleva a sus ministros a pensar que con las inversiones del AVE, Cataluña ya tiene bastante. 'En el caso de 2001, las inversiones de empresas públicas o sociedades estatales', explica Germà Bel, 'particularmente las correspondientes al AVE, han tenido como contraste la reducción de la inversión en infraestructuras de transporte como la carretera y el ferrocarril convencional, especialmente en Cercanías'.
Durante el año recién terminado, las inversiones en infraestructuras de transporte se quedaron en el 39,5% y las medioambientales, en el 32,2%. Las únicas que superaron el 50% fueron las de Educación y Cultura. Las obras previstas en el ferrocarril convencional tenían un grado de cumplimiento del 46,4%; las hidráulicas, del 42,8% y las de carreteras, del 38,5%. Las peor libradas eran las relacionadas con actuaciones en las costas, que se quedaban en el 13,9%.
Los socialistas no han tenido en cuenta dos obras (la adecuación del cauce final del Francolí y la variante de Cervera) para las que se han comprometido inversiones (228 millones en el primer caso y 5.060 millones en el caso de la Nacional II en Cervera) que tienen carácter extrapresupuestario ya que serán pagadas por el método alemán (a la entrega de la obra). Hay varias obras, todas ellas con presupuestos de más de 1.000 millones de pesetas, sobre las que el Gobierno no les ha dado información: entre ellas, las obra en la Teixeta Coll Negre (1.309 millones) y la variante de Altafulla (2.003 millones), ambas en Tarragona; la integración del ferrocarril en Vic (1.450 millones), en Barcelona, y el acondicionamiento del corredor mediterráneo para la alta velocidad (1.921 millones), con carácter no territorializable ya que supera las dimensiones provinciales.
Especial sorpresa ha causado a los socialistas la falta de inversiones en Tarragona. Las más importantes son las dependientes del Ministerio de Fomento. Entre ellas se halla la mejora de la línea férrea entre Vandellòs y Tarragona. El presupuesto inicial de esta obra asciende a 2.140 millones de pesetas, pero sólo se han comprometido realmente obras por un importe que suma 664 millones. Asimismo, las diversas fases de la variante de Altafulla carecen de presupuesto (o de información al respecto) y lo mismo pasa con la variante de Vila-seca, que con 2.319 millones previstos no tiene comprometida una sola peseta.
Entre las obras con mayor dotación se hallan el tramo Montagut-Olot y la variante de Castellfollit, en la N-260, que tenía previstos 6.901 millones y lleva ya invertidos 3.524 millones, y la variante de Cervelló, con la casi totalidad de los 3.900 millones ya comprometidos, al igual que los 743 millones de pesetas presupuestados para la variante de Les Borges Blanques.
En cambio, no hay comprometida una sola peseta de los 600 millones previstos para el canal Segarra-Garrigues, una obra que lleva lustros esperando.
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