El juez Guzmán recibe los informes del estado mental de Pinochet

El juez consultó ayer su posible decisión con los ocho peritos médicos, judiciales y adjuntos (representantes, estos últimos, de la defensa y la acusación), que la semana pasada evaluaron durante cuatro días las condiciones psiquiátricas y neurológicas de Pinochet. Guzmán escuchó un informe verbal y general de los especialistas, fuera del marco del informe oficial escrito que le están preparando, y les preguntó si creían que Pinochet soportaría en buenas condiciones un interrogatorio, y por la forma en que éste debía realizarse para evitar molestias al acusado.

Los peritos del Instituto Médico Legal y la Universidad de Chile, junto a los de la defensa y los querellantes, ajustaban ayer detalles del informe que da cuenta de los exámenes médicosy que no establece que el ex general sufra perturbaciones psicológicas y psiquiátricas que no sean las propias de su edad.

Sin embargo, ya es motivo de consenso entre todos los especialistas que muy probablemente Pinochet sufra algún grado de demencia vascular, cuya causa serían las secuelas de algunos infartos cerebrales sufridos por el anciano. El domingo, el perito adjunto nombrado por la defensa de Pinochet, el neurólogo Sergio Ferrer, ya desplegó una amplia documentación sobre este padecimiento, que a juicio del neurólogo es una forma de demencia y eximiría a Pinochet de enfrentar el juicio.

Por su parte, el perito adjunto de los querellantes, el neuropsiquiatra Luis Fornazzari, opina que es el juez el que debe evaluar el grado y lugar específico del daño provocado por los infartos cerebrales, destacando que en las pruebas psiquiátricas y psicológicas el ex general se comportó normalmente y demostró guardar recuerdos de hace más de 40 años.

Uno de los psiquiatras más respetados en Chile, el académico Otto Dörr, explicó que existen dos grandes formas de demencia senil. Una es el Alzheimer y la otra es la demencia vascular. El Alzheimer es una enfermedad degenerativa que afecta gran parte de la corteza cerebral y destruye todas las funciones cognitivas y de memoria de forma pareja. La demencia vascular tiene una evolución oscilante, es decir, avanza y retrocede, pero a la larga es progresiva. En este tipo, el paciente puede tener momentos mejores o peores, dice, y la causa no es una degeneración de las neuronas sino pequeños focos de destrucción por infartos cerebrales.

En la legislación chilena no está tipificada la demencia vascular, sólo consta la definición de la demencia como un 'grave quiebre de inteligencia y memoria'.

Para el director del Departamento de Ciencias Neurológicas de la Universidad de Chile, doctor Renato Verdugo, lo importante es definir la localización y tamaño de los infartos cerebrales. Un impedimento grave, a su juicio, sería que estuviesen comprometidos memoria, lenguaje y capacidad de reconocimiento. Ahora, si estos infartos no implican dificultades para ejecutar 'acciones congnitivas complejas', no serían una imposibilidad, según Verdugo.