Despedido un dirigente sindical por utilizar Internet en horas de trabajo
La empresa NCR 'monitorizó' el ordenador del trabajador
Según el documento de despido, la empresa monitorizó el ordenador del sindicalista, a espaldas de éste, y detectó que la dirección IP del trabajador se encontraba en 'numerosisimas' conexiones a Internet entre el 26 de enero y el 28 de septiembre del año 2000, y también que algunas de estas conexiones se habían efectuado en periodo de horas sindicales, como el 12 de junio entre las 10.00 horas y las 10.30, el 14 de junio a las 16.00, el 10 de agosto entre las 13.45 y las 14.15 y el 16 de agosto entre las 12.00 y las 12.30 horas, por lo que el 16 de noviembre le abrió un expediente.
La compañía también explica que el trabajador se conectó a Internet a pesar de que una pantalla del sistema informático de la compañía informa a los trabajadores sobre la 'prohibición de conectarse a Internet salvo para las cuestiones relacionadas con la actividad empresarial'.
La empresa no estimó ninguna de las alegaciones presentadas, por tanto, por las secciones sindicales de UGT y CC OO y por el propio afectado y decidió comunicar al trabajador su despido el pasado 5 de enero. Ningún responsable de NCR en Madrid atendió el viernes pasado a dos requerimientos de este periódico para ampliar lo contenido en el documento de despido.
Ausencias detalladas
Alfonso Guijarro tiene 52 años, está casado y tiene dos hijas. Trabajaba en NCR en Madrid desde hace 38 años. Su trabajo lo desempeñaba en el departamento de administración de Systemedia, área dedicada a fabricar consumibles de informática.
El trabajador asegura que en 'cuantiosas' ocasiones de las que se le acusa de conectarse a Internet no se encontraba 'físicamente' en su despacho, por lo que considera que alguien 'con buena o mala intención' ha obtenido su clave y se ha conectado a la red desde el ordenador de su puesto de trabajo. Con respecto a la utilización de las horas sindicales para navegar por la red, el sindicalista asegura que todas esas ausencias 'están detalladas y corroboradas por el director', por lo que considera su despido como 'persecución laboral'.
Guijarro explicó que, al ser también delegado en el comité europeo de la multinacional, los correos electrónicos los manda 'desde los ordenadores que existen en el despacho del sindicato'.
El sindicalista está convencido de que se trata de la última 'moda' de los empresarios para 'despedir' a los trabajadores
La Unión General de Trabajadores ha calificado el despido como un 'grave ataque a la libertad sindical' por parte de la multinacional y ha denunciado el despido ante los juzgados de lo social. Un portavoz del sindicato explicó, además, que se trata de un despido improcedente porque los delegados sindicales, 'y más el presidente del comité de empresa', están protegidos por la ley; 'sin embargo, las empresas utilizan estas prácticas para atemorizar al personal'. matizó.
Varias condenas
Los sindicatos han encontrado en Internet y en el correo electrónico un fórmula rápida para enviar sus comunicados a los trabajadores de las empresas, pero los empresarios están reacios a esta medida. Daniel de la Sota, portavoz de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM), dejó claro el sábado que la utilización de Internet y del e-mail 'únicamente debe permitirse', por parte de las empresas, 'en asuntos relacionados con la actividad industrial'. En este sentido, el sindicato CC OO mantiene desde hace días negociaciones con el BBV para que sus delegados sindicales en el banco puedan utilizar la intranet del banco para comunicarse con los trabajadores.
El hecho de navegar por la red o utilizar el correo electrónico en el tiempo de trabajo tuvo su primera repecusión el 19 de diciembre de 1998 cuando una empresa de Tarragona despidió a dos de sus operarios por enviarse mensajes 'obscenos' sobre una empleada. El 23 de enero del año pasado, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ratificó el despido de un trabajador de una empresa de Tres Cantos (Madrid) por navegar por la red en tiempo de trabajo. La justicia francesa condenó a tres altos cargos de la Escuela Superior de Física y Química de Paris por interceptar los mensajes recibidos o enviados por un estudiante.
Finalmente, el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso exigió garantías sobre la inviolabilidad del correo electrónico después de que el 24 de octubre del año pasado el Ejecutivo de Blair autorizó a las empresas a vigilar el correo electrónico de sus empleados. Los sindicatos británicos se opusieron a la norma porque entendían que era 'inmiscuirse' en asuntos privados de los trabajadores.
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