'ANDi'
'Andi' se ha convertido en el primer mono transgénico. Investigadores de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón (EE UU) han conseguido modificar la dotación genética de un óvulo de mono Rhesus que, una vez fertilizado e implantado en una hembra adulta, ha dado lugar a este pequeño ejemplar, nacido el pasado 20 de octubre con esa modificación incorporada a sus propias células. El logro científico abre posibilidades, pero a medida que se aproxima a la especie humana obliga a debatir y fijar los límites de la ingeniería genética.
Se trata de la extensión de una técnica utilizada desde hace muchos años para producir cepas de ratones con modificaciones genéticas. Sin duda los primates permiten aproximarse mejor a las enfermedades de los humanos. Ahora bien, lo conseguido hasta ahora está aún muy lejos de tener una aplicación clínica. Cabe, además, una prevención general sobre la idea de programar a primates, que son mamíferos con un sistema nervioso, sensorial y hasta afectivo muy próximo al de los humanos, para inocularles enfermedades y avanzar así en su cura o en su prevención.
Se van dando pasos que nos acercan a la posibilidad de alterar la dotación genética de los humanos. Muchos están justificados por su interés en el campo de la sanidad o de la alimentación. Pero sería conveniente que según nos aproximamos a la zona sensible de los humanos, estuvieran claras las reglas y los límites que no se pueden sobrepasar. Como en muchos otros ámbitos, no todo lo que se puede hacer es legítimo y se debe permitir. Frente a preceptos de fácil formulación, hay que basarse en una información científica que a veces resulta, como en este caso, difícil de asimilar. Mantener en tales condiciones una actitud razonable, sin caer en injustificados temores de agorero, y llegar a conclusiones generalizables a todos los países activos en este tipo de investigaciones resulta una tarea complicada.
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