Plavsic dice que es inocente de crímenes de guerra
Flanqueada por dos agentes femeninas de la ONU, Biljana Plavsic no se alteró lo más mínimo cuando escuchó algunas de las atrocidades de las que le acusa la fiscal del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. De pie, con voz firme y sin dejar entrever un átomo de inseguridad, la ex presidenta serbobosnia se declaró inocente en su primera comparecencia ante los jueces de La Haya. Se le acusa de genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad entre julio de 1991 y diciembre de 1992.
Los fiscales consideran a Plavsic responsable de haber planeado, orquestado e instigado junto con su jefe Radovan Karadzic el exterminio de croatas y musulmanes; la acusan de ordenar decenas de asesinatos, deportaciones y torturas; la responsabilizan de crear calculadamente las extremas condiciones de los campos de detención -'falta de espacio, de condiciones sanitarias y tal escasez de alimentos que a menudo llevaba a la muerte por inanición'-; y la culpan de no respetar los derechos fundamentales de los no serbios que vivían en la llamada República Serbia de Bosnia.
Plavsic, que se entregó voluntariamente, es la única mujer que está alojada en la cárcel de alta seguridad que Naciones Unidas tiene en Scheveningen, muy cerca de La Haya. La entrega de Plavsic, cuyo nombre se encontraba en la lista de acusados que el tribunal mantiene en secreto para evitar que huyan, ha sido recibida con gran satisfacción en el tribunal. Su testimonio puede ser clave para implicar a otros altos cargos políticos y se considera un paso más en el estrechamiento del cerco en torno a Karadzic y a su jefe militar Ratko Mladic, los criminales más buscados.
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