Los artistas piden a la Generalitat que no reduzca horas de arte en la ESO

Unos 550 artistas y profesionales del sector del arte contemporáneo en Cataluña han firmado un manifiesto en el que se oponen a la reducción de horas lectivas de las asignaturas de Expresión Plástica y Visual en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). Esta reducción es una de las medidas que se prevén en el decreto de contenidos mínimos aprobado recientemente por el Gobierno central. Entre los firmantes del manifesto, promovido por la asociación de Artistas Visuales de Cataluña (AAVC), figuran los artistas Antoni Tàpies, Susana Solano, Antoni Muntadas, Perejaume, Francesc Torres, Manel Esclusa, Pere Noguera y Sergi Aguilar. Este último, presidente de la AAVC, ha remitido una carta a la consejera de Enseñanza de la Generalitat, Carme Laura Gil, en la que pide al Gobierno catalán que, 'en uso de sus competencias, mantenga las dos horas semanales de la asignatura de Expresión Plástica y Visual, mejore su programa y contenido y la dote de medios suficientes'.

La AAVC no es la única asociación que protesta por esta medida. También la Federación Internacional de Artistas Plásticos, ACEA, ha realizado un manifiesto que, en términos prácticamente similares, critica la reducción de horas dedicada a la cultura visual en la enseñanza secundaria.

En ambos casos se destaca la importancia de esta asignatura para contribuir al conocimiento de la cultura humanística contemporánea y se critica que no se cuente ni con profesores especializados para impartir esta materia ni con los medios técnicos adecuados.

La AAVC, además, considera que con esta reducción se incurre en una doble contradicción. 'Primero, mientras la Administración se esfuerza en difundir una imagen internacional de un país con un importante patrimonio artístico, elude sus responsabilidades para que lo siga siendo incentivando la creación artística entre los jóvenes. Segundo, consideramos que la construcción de nuevos museos, la ampliación de sus instalaciones y fondos, y la pretensión de que exista un contexto artístico normalizado se ve condicionada por la aparición de nuevas generaciones de ciudadanos incapaces de disfrutar de todo esto con competencia y conocimiento de causa'.