Empresas de nueva tecnología compran 500.000 metros cuadrados de Poblenou
Muchas de las antiguas pequeñas y medianas industrias de Poblenou, enclavadas en el futuro distrito de las nuevas tecnologías, el 22@, ya están cambiando de manos. Más de 500.000 metros cuadrados de viejas naves y edificios fueron comprados el año pasado por operadores que pretenden iniciar otras actividades, según información recogida por Barcelona Activa, que ultima un estudio sobre el conjunto de las industrias establecidas en las 117 manzanas que en los próximos años sufrirán una profunda transformación.
Uno de los factores que están influyendo para que empresas del sector de las nuevas tecnologías se inclinen por comprar edificios y adecuarlos a sus necesidades es que se trata de una operación más rápida y menos compleja que construir un edificio. En opinión de Oriol Balaguer, director de Barcelona Activa, la empresa municipal que impulsa la transformación del viejo distrito industrial, las empresas pretende ganar tiempo para establecerse y empezar a funcionar en una gran extensión de terreno. Las 117 manzanas del área suman más de tres millones de metros cuadrados de techo.
Actualmente la actividad industrial de Poblenou -la mayoría, pequeñas y medianas empresas- da trabajo a unas 25.000 personas, pero dentro de unos años se espera que esa cifra alcance las 100.000. Ésa es, al menos, la previsión de Barcelona Activa, que conoce de cerca el interés que está despertando el proyecto del 22@ y el trasiego que se ha producido con la propiedad de solares y edificios.
En la última década, y muy especialmente en los últimos cinco años, se han multiplicado las inversiones en compra de terrenos y edificios en Poblenou. Muchos inversores estaban convencidos de que el considerable hueco existente entre la plaza de las Glòries, el mar y Sant Adriá de Besòs -salpicado por naves industriales más o menos antiguas- y la proximidad de la Villa Olímpica forzarían a que ese suelo se convirtiera en zona residencial. Por eso, no pocas inmobiliarias compraron solares y edificios para construir pisos.
La modificación del Plan General Metropolitano (PGM) dio al suelo industrial una nueva calificación urbanística, la 22@, que comporta la mezcla de usos. Todos los promotores estarán obligados a construir una parte de viviendas, otra se destinará a empresas e industrias, y una tercera deberá ser cedida como equipamientos y zona verde.
Precisamente fueron las alegaciones presentadas por muchos de los promotores, que perseguían obtener un mayor rendimiento de los proyectos, las que motivaron que el Ayuntamiento incrementara la edificabilidad de 2 a 3,5 metros de techo por metro cuadrado de suelo.
Finalmente, la modificación del PGM supondrá la legalización de las 4.600 viviendas que ya existían y la disponibilidad de 400.000 metros cuadrados para viviendas nuevas y de 2.659.000 metros para actividades económicas.
Algunas de las empresas que ya han confirmado que se instalarán en el 22@ son Lycos Europe, Media Pro, Sonoblock y Nortel. Otras están en fase de definir exactamente cuál será su proyecto y en conversaciones con el Ayuntamiento de Barcelona. En opinión del director de Barcelona Activa, el ritmo de transformación de esa parte de Sant Martí será 'mucho más rápido de lo inicialmente previsto'.
Un edificio @
El Ayuntamiento de Barcelona se comprometió a predicar con el ejemplo en la apuesta por la transformación de Poblenou en un nuevo polo de empresas de la nueva economía. Por ello, definió sobre el mapa de esa zona de Sant Martí seis actuaciones correspondientes a otras tantas manzanas. En una de ellas, el Ayuntamiento, a través de Barcelona Activa, ha decidido sacar a concurso la adjudicación de la construcción y gestión de un edificio que deberá dedicarse íntegramente a las empresas @. Es decir, a las nuevas tecnologías. El edificio, de 12 plantas, se levantará en la esquina de la calle de Llacuna con Gran Via, y colindará con la sede de Barcelona Activa. La concesión se otorgará por 50 años y el canon mínimo de salida se ha fijado en 950 millones de pesetas. Además, el Ayuntamiento impondrá una serie de condiciones para asegurar que toda la actividad del edificio esté vinculada a las nuevas tecnologías, y por ello ninguna de las empresas que se instalen podrá ocupar más de dos plantas. Las bases del concurso para la adjudicación también establecen que el edificio deberá estar terminado el 30 de noviembre de 2002. Puesto que lo que se pretende es promover la concentración de empresas relacionadas con las nuevas tecnología y su desarrollo, entre los criterios fijados para la evaluación de las ofertas figuran, por ejemplo, el compromiso de dar prioridad a la ubicación de empresas @ salidas de los viveros de Barcelona Activa y el establecimiento de lo que se llama acelerador de empresas, es decir, de los recursos tecnológicos y humanos necesarios para facilitar su expansión.
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